Se disparan las agresiones a los examinadores del carné de conducir
La huelga del colectivo obliga a la DGT a ceder para que no den in situ la nota al alumno
Madrid
Dicen los examinadores que su trabajo se ha convertido en una profesión de "alto riesgo". Las agresiones contra estos funcionarios se han disparado desde que la DGT les ha impuesto el nuevo modelo de examen que les obliga a comunicar al alumno si ha suspendido o si ha aprobado inmediatamente después de terminar la prueba práctica. Y además le deben explicar en que han fallado y por qué han suspendido.
"Hay momentos de auténtico peligro: intentos de acuchillamiento, de asfixia, de apedreamiento; este tipo de agresiones son palabras mayores pero en el día a día también sufrimos empujones, escupitajos, amenazas, golpes en el capó y portazos en el coche". Es el relato que hace Manuel de Santiago sobre uno de los principales motivos que ha llevado al colectivo a mantener durante casi seis semanas las movilizaciones.
El coordinador de tráfico del sindicato CSIF señala que no están dispuestos a asumir este riesgo. Manuel de Santiago asegura que este año han denunciado ante el juzgado quince agresiones sufridas por sus compañeros. La mayoría de los incidentes no llegan a tramitarse judicialmente porque no se califican como delito o falta.
El sindicato afirma que los paros parciales del último mes han provocado la suspensión de más de sesenta mil exámenes para obtener el carné de conducir. Pero el de la seguridad no es su única reivindicaciones. Los examinadores también piden mejoras laborales y salariales.
La directora de la DGT María Seguí, que hoy se ha mostrado abierta al diálogo, ha convocado al comité de huelga a una reunión el próximo lunes 26 de octubre para intentar llegar a un acuerdo. Manuel de Santiago considera un "avance sustancial" la propuesta de la DGT para retrasar la comunicación al alumno del resultado de su examen y que se entregue al profesor de la autoescuela, pero los sindicatos convocantes quieren que se defina aún más.
"Siempre hemos pedido que fuera al final de la jornada o al día siguiente, pero si tenemos que dar un resultado en mitad de un descampado solo cambiamos de actores, pero el peligro potencial (de agresiones) sigue ahí", ha señalado Santiago.
Piden también que se rebaje la carga de trabajo y se reduzca de 13 a 12 la media de exámenes diarios que realizan; que se potencien las plantillas y que se ajusten las retribuciones que perciben por la penosidad de su puesto.