Cine y TV
REPORTAJE

Jordi Évole, el niño que soñaba ser Iñaki Gabilondo

Charlamos con el director y conductor de 'Salvados' y con algunas personas que describen cómo es el periodista catalán tras las cámaras

Jordi Évole entre las derruidas calles de Jánovas (Huesca) / ATRESMEDIA

Huesca

"Quería ser como Iñaki Gabilondo, pero cuando llamaban a casa, yo contestaba y decían: '¡niña, dile a tu padre que se ponga!'. Entonces me di cuenta de que con esta voz no podía llegar a ningún lado y, mucho menos, ser Iñaki Gabilondo". Ese era el deseo del pequeño Jordi cuando en aquel piso de Cornellá la radio nunca dormía: "En casa estaba siempre la radio puesta. Durante gran parte del día con la Cadena SER. Recuerdo desde 'Lo toma o lo deja', un concurso que hacían en Radio Barcelona con Jordi Hurtado y Rosa Badía; 'En punta', un programa deportivo con Álex Botines; el 'Hoy por hoy' de Iñaki Gabilondo, el 'Hora 25' de Carlos Llamas; 'El Sermón', de Angels Casas; 'La ventana', de Sardá… Pero yo quería ser Gabilondo".

No se le borra a Jordi la sonrisa en un día que seguro nunca olvidará. Se encuentra dentro del único local que permanece en pie en lo que un día fue un pueblo con más de 300 habitantes, Jánovas. Está contento Évole, mirando a su pasado en la entrevista después de haber podido viajar décadas atrás para contar la historia de injusticia que vivieron los vecinos de esta pequeña villa oscense. "La historia de Jánovas es pequeña, lo que pasa que es como una pequeña gran historia, con una justicia universal y con movidas políticas que podríamos encontrarnos en los casos más grandes de corrupción". En efecto, una historia que vertebra un 'Salvados' muy artesanal en el que él y todo su equipo se han volcado, en el que cuentan cómo los diferentes gobiernos, desde Franco hasta Aznar, se han plegado a los requerimientos de una hidroeléctrica. Sacaron a esas personas de sus casas para construir un embalse que sepultase al pueblo y ese embalse nunca llegó; mientras, lo que entendemos por Estado de Derecho impedía que esos vecinos regresaran a sus derruidas casas."El caso de los vecinos de Jánovas creo que es un ejemplo absoluto de dignidad y resistencia. A veces, vale la pena persistir para que no te venzan y yo creo que los vecinos de Jánovas, todavía no han perdido", comenta Jordi, que ha presenciado el preestreno de este 'Salvados' en Jánovas ante decenas de periodistas y vecinos de la zona. El calor con el que esta gente ha tratado a sus visitantes es el vivo agradecimiento a un periodista que se ha involucrado en su causa como si aquella también fuera la tierra de sus abuelos.

DAVID REDONDO

El niño que quería ser como Iñaki Gabilondo aún permanece dentro de Jordi Évole: "Es un entusiasta. Se apasiona como un crío por las cosas. Es cabezón, imaginativo y entusiasta". Así habla de él Ramón Lara, amigo y co-director de 'Salvados'; ahora también co-productor del programa, pues Jordi y él han decidido dar el paso de dejar El Terrat y montar su propia productora, Producciones del Barrio: "Jordi no se ha metido en esto por el afán de ser empresario, sino por el afán de seguir haciendo su programa", afirma Ramón.

Ramón y Jordi se conocieron porque ninguno de los dos quiso hacer la mili. El destino los reunió en una asociación de vecinos en Cornellá donde deberían llevar a cabo la prestación social sustitutoria. "yo era estudiante de Derecho y él de Comunicación Audiovisual. Estaba haciendo sus pinitos en la radio, que era lo que le gustaba entonces". Y ahí estaba el joven Jordi dando sus primeros pasos para, quién sabe, si llegar algún día a recoger el testigo de Iñaki Gabilondo. "Aquel Jordi no era muy diferente al que es ahora. Jordi siempre ha tenido un punto de descaro, un punto de atrevimiento. Lo que sí ha sido siempre es muy pudoroso en su vida personal. Pero cuando se pone delante de una cámara no me ha dado a mí nunca la sensación de que estuviese pasándolo mal", cuenta su socio Ramón.

Los dos han permanecido tres lustros en El Terrat, trabajando con guiones, produciendo temas, liderando equipos… Primero en programas diferentes y después -desde que 'Salvados' se convirtió en un programa semanal- en este espacio que cambiaría sus vidas para siempre. Porque ellos, como 'Salvados', han experimentado la evolución del paso del tiempo: "Todos nos hemos hecho un poco mayores haciendo el programa. Tus inquietudes y tus intereses cambian con la edad. Ha sido un proceso bastante natural. Nos hemos desprendido del humor y nos hemos ido haciendo más serios", dice Ramón.

La lección de aprender de tus padres

Jordi Évole pasea junto a los vecinos de Jánovas antes del visionado de 'Salvados' / DAVID REDONDO

Entre las ondas radiofónicas que se perdían entre los recovecos del hogar del joven Évole, Jordi pudo aprender del pundonor de su madre, charcutera y ama de casa. Dos trabajos para una mujer que sumaba también el de ser madre.

Su padre, un representante de muebles, tampoco se quedaba quieto al llegar a casa. "Tenía mucha vocación periodística. Siempre se ha dedicado a escribir en sus ratos libres y a publicar en periódicos de barrio. A veces no tan de barrio, tuvo la suerte de poder publicar en la revista Destino".

- Cuando sentiste el pinchazo del periodismo, ¿no le enseñaste a tu padre tus primeros artículos para pedir su opinión?

- "Alguna vez lo hice, pero yo no me he defendido tan bien en la escritura como mi padre y he optado por otros caminos… aunque también publico alguna columna. Pero vamos, que el grueso de mi producción periodística no es el periodismo escrito".

"No es tímido, pero es una persona humilde. Es maravilloso el poder tratar con total normalidad a un tío que está haciendo historia en televisión". Mario López es el director de laSexta, el que tiene que tratar con la ira de las personas a quienes Jordi y su equipo pisan los callos. Conoció a Jordi en 2012, cuando aterrizó en la segunda cadena de Atresmedia: "En lo personal, Jordi fue el descubrimiento de un tío que me resultaba en persona exactamente igual de simpático, de divertido, de inteligente y de sutil como lo que se ve en pantalla. Y esa correspondencia no siempre se produce entre la gente que sale en televisión".

De las cualidades que le atribuye Mario a Jordi, éste dio buena muestra en el encuentro con periodistas y vecinos en Jánovas. Rápido y mordaz a la hora de responder preguntas, honestamente agradecido a todos cuantos se habían desplazado hasta allí y muy poco amigo de buscar el protagonismo. Durante toda la emisión del episodio, Jordi se acurrucó en la parte posterior de la habitación, embutido en su cazadora, lejos de miradas y solo asomando la mitad de su cara por encima del abrigo.

"Jordi tiene una cosa muy buena y es que sigue teniendo los pies muy en la tierra. A pesar del éxito que tiene, es una persona normal. A veces, salir por la tele es difícil de gestionar porque la gente te halaga mucho, porque quiere estar todo el rato contigo, decir que te conocen… Es difícil seleccionar quién te quiere por qué. Y Jordi se mantiene prácticamente intacto con respecto a esos orígenes en los que no le conocía la gente", afirma Ana Porto, subdirectora de comunicación de Atresmedia. Con ella, Jordi ha trazado la promoción de cada uno sus 'Salvados'. "De lo que conozco, él es una de las personas que trabaja en este sector que más consciente es de lo importante que es la promoción. Y, a pesar de los tutes que le metemos, es muy disciplinado. Él también ha sabido ganarse a los medios no siendo una estrella", cuenta Ana.

Jordi Évole, en la diana de algunos

Jordi Évole presenta el 'Salvados' de Jánovas acompañado de un vecino del pueblo (centro) y de Mario López, director de laSexta (derecha) / ATRESMEDIA

Se cansa de decir que no entiende por qué su opinión está tan reclamada en los últimos tiempos. Opina y responde a las preguntas de los compañeros de la prensa porque no hacerlo le parecería hipócrita y una falta de respeto para quienes, como él, hacen el trabajo de trasladar al ciudadano historias de interés; ya sea en el ámbito de la cultura, del ocio, político, social… "En 'Salvados' intentamos explicar aquellas historias que creemos que tienen interés, que nos llaman la atención. Y hemos tenido la suerte de que ese interés nuestro ha coincidido con el de muchísimos ciudadanos. Esa casualidad nos ha hecho fuertes y también nos ha permitido tocar temas que, de otra manera, igual ni nos hubiésemos planteado"

- Una de las críticas que se os han hecho es que buscáis testimonios y los editáis de manera que esto conduzca a la conclusión que queréis presentar en el programa, ¿qué dices de esto?

- "Nosotros partimos de una tesis, negarlo sería absurdo. A veces, partimos también de prejuicios y de cosas que llevas en tu mochila. Lo que me gusta es que eso no te impida incorporar al programa aquello que tú no te esperabas, aquella realidad que incluso te puede estropear tu tesis. Es lo que ocurre con el testimonio final del 'Salvados' de Jánovas"

- ¿Se ha puesto de moda criticar 'Salvados'? Hay gente ahora para la que ningún 'Salvados' está completo, le falta o le sobra algo, no cuenta nada nuevo, cae en el sensacionalismo…

- "Yo no lo he detectado, pero si lo dices será que tú has visto algo… Cuando cumplimos 5 años con 'Salvados', David Trueba me dijo: 'tú eres como el tiro al plato, que gusta mucho en este país. El tiro al plato consiste en que tú tiras un plato y, cuando está arriba del todo, es cuando tienes que dispararle'. No sé si estamos arriba del todo o si ya hemos estado… Siempre hemos tenido bastantes disparos, casi desde que empezamos. Siempre ha habido gente que no ha visto con buenos ojos un programa como 'Salvados'; en cambio, nos hemos encontrado con muchos seguidores que más que espectadores, son militantes. Esa es una fuerza que nos ha dado la audiencia y que nosotros queremos aprovechar para experimentar qué puede interesar en un prime time televisivo que antes ni te planteabas"

- En todos estos años de programa, no me puedo creer que no te hayan parado los pies nunca con ningún tema, aunque sea por intereses de cadena…

- "Te puedo decir que yo he dejado de hacer programas porque quien me ha argumentado que no debía hacerlo tenía razón. Pero no por una cuestión pragmática de interés de cadena, sino porque me han dado argumentos. Y creo que eso es bueno, que dentro de un equipo -con diferentes almas y corrientes- haya un debate que te permita descartar temas porque ha habido gente del programa que no veía el tema como lo veías tú y te ha convencido de que es mejor no hacerlo".

Y, en efecto, lo único que puede convencer a Jordi de abandonar un tema o de no tocarlo en 'Salvados' es un argumento de peso; de ahí que no rehúya la pelea dialéctica: "Aunque en ocasiones se produzcan diferencias en nuestras opiniones sobre temas complicados y polémicos con los que trabaja, dialogar con él sobre ello es un placer porque los dos sabemos que se trata de hacer el mejor producto. Por tanto, la crítica -tanto de un lado como de otro- es constructiva", apunta Mario López.

Ramón, su socio y amigo, se lo toma como un partido de fútbol: "No somos de elevar el tono cuando discutimos; nos gusta más el debate constructivo. Tanto Jordi como yo disfrutamos mucho de la dialéctica, de tener más y mejores argumentos que el otro y acabar convenciéndolo".

Mucha variedad entre los temas que ya han acordado para este curso y que sí verán la luz en 'Salvados' o, al menos, eso intentarán. Desde una propuesta al equipo de Rajoy de llevar a una familia media española a comer con el presidente en la Moncloa hasta un viaje a un campo de refugiados de Jordania pasando por un 'Salvados' que pondrá el punto de mira en el periodismo: "Este año vamos a hacer un programa sobre medios de comunicación que se basa en un concepto que introduce Umberto Eco en su última novela ('La máquina del fango') y es cómo desde los medios nos podemos cargar a un personaje público a base de desprestigiarlo. Hablando con periodistas, algunos de nuestro propio grupo mediático, que hacen autocrítica y hacen un ejercicio de responsabilidad de lo que tiene que ser el periodismo", cuenta Jordi

Amante de las siestas, el Nespresso, la bici y el Barça

Entre las calles de Jánovas se puede encontrar este cartel reivindicativo que explica la lucha de los vecinos del pueblo / DAVID REDONDO

"Jordi es un futbolero acabado… y muy culé", cuenta Ramón entre risas a la vez que descubre el placer oculto de su amigo: "Le gusta mucho el café de Nespresso, se ha podido ir de vacaciones con su cafetera Nespresso, incluso".

Entre grabaciones, fútbol y café, a Jordi le queda tiempo y ganas para coger la bici y salir de ruta. Es una de las pasiones de quien todos dicen que es un tipo lleno de curiosidad y muy peleón.

Se podría decir que el mensaje y la opinión de Jordi encierra también un halo de optimismo: "Como sociedad tenemos cada vez más ejemplos de casos de dignidad y resistencia . Igual no son mayoritarios o no los vemos en las portadas de los periódicos, pero creo que existen y que tienen más fuerza de los que muchas veces pensamos", opina Évole que considera que "la élite debe de hacer una lectura de la situación actual y darse cuenta de que en ningún caso puede convertirse en un tapón para que personas con talento y con capacidad -que no pertenecen a esa élite- puedan acabar ocupando esos puestos. Los de abajo deben presionar para que los de arriba se inquieten hasta que, en algún momento, los de arriba piensen: igual es que no podemos perpetuarnos en el poder como lo hemos hecho hasta ahora".

- ¿Qué vas a hacer ahora, pasadas las 6 de la tarde, de camino a Zaragoza para coger el AVE hasta Madrid?

- "Ahora voy a dormir. Soy de siesta y la echo muy de menos. Esta noche me tengo que ver un documental y estudiarme documentación antes de viajar a Jordania. Igual tendría que pensar más y hacer menos", dice bromeando antes de concluir la entrevista.

El niño que soñaba ser Iñaki Gabilondo tiene ya 41 años. Muchas diferencias se abren paso entre ambos; también alguna semejanza. Como Iñaki, Jordi despierta admiración, respeto y se ha convertido en la voz para muchos que sentían que no eran escuchados. "Si eso es así, casi mejor no ser consciente porque el peso de la responsabilidad te puede hasta bloquear. Mejor relativizarlo y no darle demasiada importancia".

 
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