Más de 120 ‘Aylanes’ después, ¿qué?

Lesbos

Saad, de 15 años ha tenido más suerte y sonriente telefoneaba esta mañana a su familia de Damasco nada más pisar la costa de Molivos, al norte de Lesbos. Pero perfectamente podría haber pasado a engrosar esa vergonzosa lista de más de 1000 niños muertos este año en el Mediterráneo , de los que sólo parece que hemos retenido uno, Aylan Kurdi, pero se llaman Mohamed, Abdelah, Yussef, Salma y otros tantos que nos deberían provocar al menos la misma reacción, ¿o es que sólo reaccionamos con fotos impactantes?

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La barca de Saad ha llegado esta mañana a duras penas a la costa griega, la balsa neumática tenía un agujero y no es de extrañar que al ser rescatados y tocar tierra sus 40 compañeros de viaje se hayan puesto a aplaudir de la alegría por haber completado el viaje, todos procedían de Siria.

Saad no ha pasado a engrosar por poco la lista de los Aylan. Todo parecía hacer indicar que la insoportable imagen del cuerpo de Aylan Kurdi en la arena de la playa de Bodrum, en Turquía iba a provocar un cambio definitivo. No sólo fue un clamor social reclamando medios de salvamento y vías seguras de llegada para los refugiados, a muchos dirigentes se les llenó la boca diciendo una vez más aquello de "Europa no puede seguir mirando hacia otro lado" como por ejemplo aseguró en su momento Durao Barroso, siendo presidente de la Comisión Europea, visitando el hangar del aeropuerto de Lampedusa lleno de 400 ataúdes del trágico naufragio de octubre de 2013.

Desde aquel 2 de septiembre de este verano han muerto al menos otros 120 "Aylanes", desde el hermano del propio pequeño , que se llamaba Galip y que tenía 5 años hasta los últimos 6 cadáveres contabilizados oficialmente, recuperados el pasado viernes en estas costas griegas.

"Los pequeños llegan asustados, empapados por el agua y con frío. En el caos de la llegada, muchos terminan separados de sus madres y eso les genera más ansiedad", señalan desde Save the Children cuyos equipos estaban hoy asistiendo a la llegada del joven Saad. "Muchas familias pierden durante el trayecto o en la confusión de la llegada sus pertenencias e incluso la documentación" advierte la organización especializada en la defensa de los derechos de los niños.

Casi 11 muertes al día. 3.563 muertos que se sepa en lo que va de año. 589 fallecidos, casi siempre ahogados, en la aguas del Mar Egeo. Sin duda, la más conocida la del pequeño sirio Aylan Kurdi, el icono de la mayor crisis de refugiados de las últimas décadas pero¿ha cambiado algo? A tenor de las cifras que da Save The Children, 120 muertes de niños en los últimos 3 meses, o de las que ofrece Unicef, el 30 por ciento de los ahogados en la ruta de los refugiados son menores, toda supuesta solución articulada por la Unión Europea ha resultado ser un absoluto fracaso. ¿O no lo es la muerte de cada uno de los refugiados que se ahoga en la ruta cuando uno de los continentes más ricos del planeta tiene medios de salvamento de sobra e instituciones democráticas más sólidas que ningún otro para poner en práctica vías de entrada seguras para las personas que tienen necesidad de huir?

Desde el fin de semana se ha registrado un acuciado descenso en el número de refugiados que están llegando a las costas griegas según señala la Organización Internacional para las Migraciones, sin embargo la media de llegadas por día en el mes de noviembre llegó a las 4.500 migrantes y refugiados por día. Muchos especulan con que los 3.000 millones aprobados por la UE para Turquía podrían empezar a cerrar el acceso a Europa de los refugiados por esta ruta pero nadie se atreve a asegurarlo. No está de más recordar que la política de seguridad y levantamiento de fronteras de los últimos 30 años en Europa sólo han variado las rutas y las cifras siguen batiendo récords cada año. Un ejemplo, a finales de 2005 el Gobierno español dio casi por cerrada la ruta de las pateras a Canarias, en 2006 aparecieron los cayucos y llegaron más migrantes que nunca a las costas españolas. No vale hacer augurios fáciles, la gente que tiene la necesidad de huir buscará siempre el camino.

La autopista marítima a Lesbos

Las 6 millas náuticas que separan las costas turcas de las del norte de la isla griega de Lesbos se han convertido en el punto del planeta donde más refugiados y migrantes han transitado este año, y no sólo éste. Nunca a Europa habían entrado más de 210.000 personas por todas sus fronteras en un solo año, incluidas las terrestres, y sólo al norte de Lesbos lo han hecho más del doble en estos últimos 11 meses. Los 10,8 kilómetros en línea recta que separan estas dos costas perfectamente visibles una de la otra son la auténtica autopista para los refugiados que creen encontrar en Europa el lugar donde emprender una vida segura.

La última cifra oficial cifra en 878.495 las personas han cruzado el Mediterráneo intentando entrar a Europa para demandar asilo o simplemente en busca de una vida más próspera. 731.161 lo han hecho por Grecia y de ellos, más de 425.000 sólo por esta isla de Lesbos (en sólo 11 meses supone el doble de personas que han llegado a España en casi 30 años de pateras y cayucos). Más de la mitad de los que han ingresado a Europa por las costas helenas son sirios, 388.130 según este balance a 1 de diciembre de la Organización Internacional para las Migraciones. La segunda nacionalidad por esta ruta del mediterráneo oriental son los afganos, 142.301 y en tercer lugar los iraquíes 44.349.

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Poco se habla ya de Italia, que es el segundo país en número de personas llegadas por estas vías marítimas irregulares, 143.114, de las que las 3 primeras nacionalidades son africanas: eritreos, nigerianos y somalíes. Sin embargo en la ruta del mediterráneo central, la que parte casi siempre de las costas de Libia hacia Lampedusa y Sicilia es donde más muertes se contabilizan, 2889.

Los derechos de los refugiados deben ser la prioridad

Al propio drama de familias enteras que cruzan estas aguas por pura desesperación en busca de una vida segura se añade la criminalización que muchos están haciendo sobre los refugiados. Organizaciones como Save The Children condenan "firmemente los devastadores ataques contra civiles que tuvieron lugar en las últimas semanas en Francia, Líbano y otros países como Mali, así como cualquier acto de violencia indiscriminada contra los civiles, y, con motivo del Consejo de Justicia e Interior de la UE que se celebra los días 3 y 4 de diciembre " y pide a su vez" a la comunidad internacional que ahora más que nunca se mantenga unida para proteger a las personas vulnerables en todo el mundo".

“Los trágicos eventos de París no deberían repercutir sobre los valores humanitarios de la Unión Europea ni sobre su obligación moral de ayudar a los refugiados, sino reforzarlos. Ahora más que nunca es el momento para la Unión Europea de dar la bienvenida a los refugiados sirios y ofrecerles un lugar seguro donde puedan vivir, en lugar de cerrar la puerta a las víctimas de la violencia en países como Siria”, afirma hoy la ONG en un comunicado.

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