Tamayo, el Titán del Caribe

 Era un corredor olvidado tanto en el ciclismo de carretera como en el de mountain bike. Había sido profesional, pero no llegó a consolidarse. Tras pasarlo mal económicamente en España, donde incluso estuvo trabajando en los viñedos recogiendo uva, se empezó a ganar la vida en una tienda de bicicletas en Zaragoza. Sin embargo, una competición cambió su destino.

Diego Tamayo llegó como un desconocido a la Titan Desert de 2014. Buscaba una oportunidad, se hizo un hueco en los puestos delanteros y estuvo cerca varias veces de la victoria de etapa hasta que, por empeño y determinación, lo logró en la última.

Un año después, en la Titan Desert de 2015, se destapó como un ganador. Estaba más preparado y quería demostrarlo. No se adjudicó ninguna etapa, pero se situó líder y nadie le pudo destronar. Su título en el desierto marroquí le convertía en uno de los favoritos para esta primera edición de la Titan Tropic Cuba. En la primera jornada ganó, se vistió con el maillot naranja, y dominó de principio a fin.

En la última etapa se escapó en los primeros kilómetros junto a Roberto Bou (campeón de España Sub-23 de mountain bike), su aliado durante toda la prueba. Colaboraron juntos de manera solidaria y Tamayo le cedió la victoria. Se daba por satisfecho. Además, el joven catalán de 22 años, lograba meterse en el pódium por detrás de Ibón Zugasti.

En un escenario idílico como es el Cayo Jutías, donde cada fotografía es una postal caribeña clásica, el colombiano Diego Tamayo ha escrito su nombre con letras de oro en una competición que, a buen seguro, de aquí a unos años será un referente mundial para los amantes de la bicicleta de montaña.