Cine y TV
MARTES, 22:40H EN ANTENA 3

Quién no puede ser (por favor) el asesino de 'Mar de plástico'

Este martes la serie de Antena 3 emite su último capítulo de la temporada en el que desvelará la identidad del asesino de Ainhoa

Jesús Castro y Will Shephard, dan vida a Lucas y Kaled en 'Mar de plástico' / ATRESMEDIA

Madrid

A los que no les haya tocado la lotería, les queda dos posibles consuelos: la salud y conocer la identidad del asesino de 'Mar de plástico'. La serie de Antena 3 cierra su primera temporada manteniendo aún la incógnita y el suspense en torno al personaje que ejecutó el enigmático crimen que ha movido la trama principal de la serie desde septiembre, cuando se estrenó su primer capítulo.

DAVID REDONDO

'Mar de plástico' se ha convertido en una de las series más vistas del año y en la más seguida en lo que va de curso televisivo. Antena 3 la ha cambiado dos veces de día de emisión, a sabiendas de que la serie no saldría perjudicada, y 'Mar de plástico' ha demostrado su fortaleza compitiendo en diferentes noches y contra distintos rivales.

En ninguno de sus 11 capítulos emitidos la serie no ha bajado de los 20 puntos de share ni tampoco ha perdido la barrera de los 3,5 millones de espectadores, lo que ha llevado a Antena 3 a renovarla por una segunda temporada que nacerá a partir de algunas tramas que dejará abiertas esta primera entrega. Eso sí, prometen que el espectador conocerá quién ha sido el asesino de Ainhoa.

El problema de los thrillers: final fraude

Lucho Fernández y Fede Aguado interpretan a Salva y Sergio en 'Mar de plástico' / ATRESMEDIA

En televisión, el género thriller presenta una clara desventaja: mantener el suspense. Lo que en un principio es un punto a favor para captar la fidelidad del público, con el paso de los capítulos se corre el peligro de perder a esos espectadores si sienten que la serie ha entrado en una surrealista deriva únicamente para estirar y estirar el enigma.

Ocurre tanto en series españolas como en americanas (echen un vistazo a 'Quantico'). En Antena 3, 'Bajo sospecha' dio una lección de lo que no se puede hacer: tener al espectador pendiente de quién era el asesino de las niñas, con giros de trama tan inesperados como forzados y surrealistas, para luego sacarse de la manga que la mente fría y calculadora que había orquestado todo era Pablito, el crío de 7 años.

¡Claro que sorprende al espectador! ¡Claro que consigue mantenerlo enganchado durante varios capítulos! Pero este tipo de desenlaces se perciben como un auténtico fraude. Y esto es en lo que no debería caer 'Mar de plástico'.

La serie producida por Boomerang entra directa en el top de lo mejor que ha dejado la ficción televisiva española en este 2015. Visualmente es una serie de gran valor, la dirección intenta salirse de lo convencional sin estridencias, los decorados naturales se entremezclan a la perfección con los de plató e interpretativamente posee algunos trabajos de mucha calidad (acentos aparte); otros chirrían más.

El punto más débil en 'Mar de plástico' y lo que quizá provoque que nadie vea esta serie capaz de competir en calidad con otras como 'Vis a vis' o 'El Ministerio del Tiempo' es el guion. La serie ha sabido desarrollar adecuadamente la trama principal, la de la investigación (con golpes de efecto un tanto sui generis que hay que pasar por alto cuando estamos ante una serie de cadena generalista, de 70 minutos y de más de una docena de capítulos), poniendo el foco en diferentes sospechosos que lo son no porque lo diga un plano del director metido con calzador, sino porque las sospechas nacen del devenir del trabajo policial.

En lo que el guion de 'Mar de plástico' ha desbarrado ha sido en el dibujo emocional de personajes, en las relaciones personales entre ellos así como en un torpe intento de esbozar el entorno social de esta zona de Almería (se sustenta en incluir una pelea racista por capítulo y punto). En estos aspectos, el guion es simplista, tópico y provoca la perversión de unos personajes que pierde todo tipo de racor emocional.

Llegados a este punto y con la esperanza de que 'Mar de plástico' no caiga en el error de 'Bajo sospecha', elaboramos una lista de personajes que no deberían de ser ninguno de ellos el asesino de Ainhoa si no quiere la serie que el espectador sienta el desenlace como un fraude.

Pedro Casablanc es Juan Rueda en 'Mar de plástico' / ATRESMEDIA

NO DEBERÍAN DE SER EL ASESINO…

Nacho (Máximo Pastor) No, el niño otra vez no. Es cierto que este personaje es particularmente antipático, para ser un crío, y que ha perdido a su padre por culpa del protagonista de la serie, pero no nos pueden tener pegados a la televisión 13 capítulos para luego decirnos que el asesino es un niño. No más efecto 'Bajo sospecha'. Héctor (Rodolfo Sancho) Que el guardia civil prota de la serie y encargado de la investigación fuera el asesino sería muy sorprendente. Tanto que provocaría cierta sensación de que los guionistas se han reído del espectador. Por otro lado, tendría cierto sentido: Héctor es un tipo atormentado, inteligente, al que no le importa saltarse las normas ni usar la fuerza… Pero le hemos visto en tantos momentos de humanidad y apego a su entorno que cuesta pensar en que es un psicópata. Además, que Héctor fuera el asesino condicionaría demasiado la segunda temporada. Pablo (Miquel Fernández) Un personaje que bien podría serlo. Su nombre ha estado presente en todos los capítulos, es el guardia civil supuestamente asesinado en Irak, marido de Marta y mejor amigo de Héctor. Sobre su lealtad y quién era realmente se han creado todo género de dudas y, en el último capítulo, su hijo afirma haberlo visto en el pueblo. ¿Estará vivo? El problema es que no se puede tener al espectador durante 13 capítulos sospechando de todo el mundo y luego sacarse de la manga como asesino a un personaje que prácticamente no ha aparecido. Juan Rueda (Pedro Casablanc) Tan facineroso es y ha estado tantas veces en el punto de mira de los investigadores como supuesto asesino, que ya nadie espera que lo sea. Si este martes se descubre que Rueda es quien mató a su hija Ainhoa, argumentalmente tendrá sentido, pero serán muchos los que piensen "¿y tanto para esto?". Lucas (Jesús Castro) Si hay algo que ha dejado claro el personaje de Jesús Castro es que se trata de un chico impulsivo. Con poca paciencia, se deja llevar por sus emociones hasta el punto de ser un simpatizante con la ideología nazi que cae locamente enamorado de una subsahariana. Un tipo con este carácter tan visceral no puede haber perpetrado un crimen tan calculado sin cometer fallos. Pilar (Andrea del Río) Parecido a lo que se le puede achacar al personaje de Lucas. Pilar, que sí es más fría, sigue teniendo en su impulsividad su punto débil. Además, este personaje ya ha demostrado que, en situaciones extremas en las que ha podido infringir daño a otras personas ha terminado reculando. Digamos se le puede aplicar el refrán de "perro ladrador…" Sergio (Federico Aguado) Su deficiencia mental le convierte en un típico sospechoso de todo thriller en el que hay asesinatos o desapariciones (en 'Bajo sospecha' también se puso el foco en un personaje similar); pero las particulares características del crimen que se ha cometido en 'Mar de plástico', las complicadas implicaciones que puede haber en él y lo compleja que está siendo la investigación hacen difícil creer que Sergio pueda urdir todo esto. Máxime si se tiene en cuenta que su hermano Fernando (ojo con este personaje, que sí podría ser el asesino) está al tanto de todo cuanto hace. Familia de Lola Familia de etnia gitana que la serie dibuja con distintos miembros dedicados a negocios al margen de la ley. Argumentalmente no habría muchos motivos que impidieran colocar el cartel de culpable a, por ejemplo, su hermano Lolo (del que ya se sospechó). Pero son personajes cuya presencia en la serie ha ido más ligada a las desavenencias personales con Lola que al hecho de poder haber sido partícipes del crimen. Tampoco han tenido demasiado protagonismo. Sería un recurso facilón poner en esta familia al asesino. Jorge (Alain Hernández) Está cobrando más protagonismo a medida que pasan los capítulos. Es el superior de Héctor en la Guardia Civil, fue su compañero en Irak, y parece que está tapando una operación encubierta para esconder algo que los une a ellos dos y a Pablo. Si bien sería demasiado recurrente que Jorge fuera el asesino (recordemos que esta serie ya ha tenido a un guardia civil asesino, el alférez Luis), parece que este personaje puede jugar un papel importante en las tramas que quedarán abiertas para la segunda temporada. Varios asesinos La serie ha conducido al espectador durante 12 capítulos en la búsqueda de un asesino. Un tipo metódico, que sabe lo que se hace, que parece divertirse con todo esto y que va incriminando a su antojo a unos y otros para que vayan destapándose episodios turbios de distintos vecinos del pueblo. Así que 'Mar de plástico' cometería un error si el asesinato de Ainhoa se hizo con el silencio y la connivencia de varios personajes que, aunque solo hubiera una mano ejecutora, han guardado silencio todo este tiempo. Que en el último capítulo se nos presente un asesino con un rosario de cómplices sería todo un despropósito. Asesino falso Motivo para dejar de ver la serie. Puede ocurrir, que en un brote psicótico de guionista espléndido, se decidan por incriminar y culpar a un personaje como el asesino que todos andan buscando; que acabe la primera temporada situando a Fulanito como inequívoco asesino de Ainhoa y que, en el inicio de la segunda, empiecen a dejar entrever que todo ha sido una conspiración y que el asesino que parecía serlo, no lo es. Si esto ocurre, dejen de ver esta serie porque estaría insultando su inteligencia.

 
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