Los apellidos de la corrupción

Madrid

El 11 de enero comienza el juicio por el "caso Noós" con la hermana del rey en el banquillo, Cristina de Borbón. Se sienta como acusada pero si el tribunal decide aplicar la doctrina Botín, podría levantarse libre de cargos. El que tendrá muchas horas y días de juicio será su marido Iñaki Urdangarin, acusado entre otros delitos de malversación, fraude, estafa y blanqueo de capitales. Entre los acusados se encuentra también el expresidente balear Jaume Matas, que no tuvo ningún rubor en contar al periodista Jordi Évole que hizo negocios con Urdangarín porque era "Duque de Palma".

Costó que Rajoy pronunciara su nombre, pese a que le mandó mensajes para que fuera "fuerte". Y sí que el ex-tesorero del PP dio prueba de fortaleza en la cárcel. En una de sus salidas de prisión llego a decir que le había hecho caso al Presidente y que "había sido fuerte". Cuenta la crónica intramuros que se adaptó a la prisión nada más llegar. Y probablemente algo tuvo que ver el taller de meditación al que se apuntó. Lo impartía otro preso argentino, que aprovechó el filón para escribir su propio libro "Meditando con Bárcenas".

Son la familia más imputada en la historia de la democracia. Los siete hijos del expresidente de la Generalitat están investigados por la justicia, con un modus operandi tipo mafia siciliana. Había favores y miedo según constaba en el informe que la UDEF envió al juez. Dentro de la saga hay varias tramas: la política y la empresarial, pero en conjunto la lista de presuntos delitos se resumen en tráfico de influencias, cobro de mordidas, delito fiscal y blanqueo de capitales.

Ha tenido tantos cargos como causas. El que fué vicepresidente económico y gerente del FMI tendrá que responder ante la justicia por su fortuna personal oculta al fisco y evadida a paraísos fiscales, por la salida a bolsa de Bankia cuando él la presidía y por el caso de las "black". En el desglose de sus gastos presenta cargos importantes en restaurantes y hoteles de lujo. Llama la atención los 3.547 euros que gastó en bebidas alcohólicas en marzo de 2010 o los 2.000 euros gastados en 2011 en clubs, salas de fiesta, pubs y discotecas. Lo mismo compraba en Loewe por 680 euros, que realizaba una compra en Mercadona por 31  y hasta un cargo en una mantequería por solo 3 euros.