Garzón se asegura pilotar la Asamblea de IU en mayo con menos apoyo del esperado
El Consejo Político Federal aprueba por un 63% de los votos celebrar su cónclave el 20, 21 y 22 de mayo y que una comisión mayoritariamente afín a Garzón pilote el proceso
Madrid
Izquierda Unida ha dado este sábado su primer paso para decidir su futuro político, dentro de la necesidad de "repensar la izquierda dentro de su apuesta por la unidad popular", en palabras de Alberto Garzón. El Consejo Político Federal, máximo órgano de dirección, ha aprobado celebrar la próxima Asamblea de la coalición los días 20, 21 y 22 de mayo, un calendario condicionado eso sí a un posible adelanto electoral. Si se repitieran elecciones, IU asume que tendría que postergar ese debate interno a después de verano.
Además, Alberto Garzón ha sacado adelante su propuesta de que una comisión pilote la organización durante ese proceso asambleario, solapando de facto a la actual dirección política encabezada por Cayo Lara, con el que hoy se han vuelto a evidenciar diferencias con respecto a Podemos y un nuevo intento de convergencia electoral. Será un equipo configurado finalmente por 19 personas y no por entre 12 o 15 como barajaba la propuesta inicial. Su composición es mayoritariamente afín al diputado, con una muy destacada presencia de miembros del PCE, si bien ha acabado ampliándose a otros sectores ante las críticas suscitadas durante el debate interno por falta de pluralidad a la hora de representar a las distintas sensibilidades de la coalición, en un momento clave sobre el futuro de la formación.
De esa comisión no formará parte el actual coordinador federal, Cayo Lara, que sí podrá acudir "a cuantas reuniones desee".
Ambas propuestas, fecha y comisión, han sido aprobadas por un 63% de los votos (84 a favor, 11 en contra y 38 abstenciones). Es un respaldo inferior al esperado y evidencia el intenso debate existente en el seno de la coalición sobre cuál debe ser el futuro de Izquierda Unida, con opiniones diversas sobre el mantenimiento o no de las siglas, la refundación del proyecto, la elaboración de un nuevo espacio político, y también el grado de implicación con Podemos en una futura convergencia y/o asimilación.
En su discurso ante el Consejo Político, Alberto Garzón ha reafirmado su apuesta por la unidad popular, para tejer lazos electorales y no electorales con otras fuerzas rupturistas, incluido Podemos, como el único camino de futuro. "El horizonte de todas nuestras acciones debe ser la colaboración entre las fuerzas de ruptura", ha señalado Garzón poniendo como ejemplo las confluencias alcanzadas en Cataluña y Galicia. Eso sí, Garzón ha puesto como condición el respeto a la identidad y autonomía política de cada uno de los actores, recordando que "las coordenadas para esa colaboración no pasan por que Podemos intente sumar a miembros de IU como independientes en sus listas", aludiendo a la ruptura entre ambas formaciones para intentar alcanzar un acuerdo electoral para el 20D.
Mucho más duro ha estado Cayo Lara que ha vuelto a acusar a Podemos de "no querer asaltar los cielos, sino querer asaltar Izquierda Unida", al tiempo que ha lamentado el tiempo perdido en intentar lograr una confluencia con la formación de Pablo Iglesias cuando estaba claro que Podemos no estaba por construir la unidad popular.
Esas diferencias entre las distintas posturas existentes en la coalición se han traducido en algunas votaciones llamativas. Así por ejemplo, Alberto Garzón se ha abstenido a la hora de votar el informe político de Cayo Lara. Además, los responsables de las federaciones de Galicia y Cataluña, Yolanda Díaz y Joan Josep Nuet, firmes defensores de la integración con Podemos, han votado en contra del informe de Cayo Lara pero también han dado un toque de atención a Garzón en sus intervenciones, reprochándole los malos resultados electorales, poniendo como ejemplo sus confluencias y reclamando propuestas más extremas de acercamiento a la formación morada.
El trabajo preparatorio de la futura Asamblea de IU arranca esta misma semana con un debate en todas las asambleas de base de la coalición, para que expresen a través de un cuestionario su opinión sobre la situación de IU y su futuro rumbo político. El 30 de enero, un nuevo Consejo Político convocará formalmente la Asamblea y la comisión presentará el reglamento de la misma. En el aire queda una incógnita importante: si finalmente se reforman las actuales reglas de juego que abren la participación en las asambleas de IU a los simpatizantes pero que limitan la votación de los cargos internos sólo a los militantes. Será el momento de saber si la Asamblea de mayo lo es sólo de IU, o si en ella tienen voz y voto también otros sectores como Unidad Popular.