Michu, vuelta a los orígenes
El delantero asturiano, internacional con España, se recupera de su grave lesión de tobillo haciendo goles en los campos de la tercera división asturiana
Madrid
El internacional español ha elegido la forma más personal de volver a un terreno de juego. Con los pies en la tierra, ha demostrado ser un futbolista de los que ya no quedan, de esos de los que disfrutan real y libremente del deporte que practican, que no se limita simplemente a su profesión.
Siempre con una sonrisa y goles por bandera, conquistó las gradas de allá por donde jugó, desde Oviedo hasta Nápoles pasando por Vigo, Vallecas y Swansea, se forjó un ídolo que ahora recupera su maltrecho tobillo en el modesto Langreo (entrenado por su hermano en la tercera división asturiana).
Una estrella que nunca pretendió ser. Tranquilo e introvertido mostraba su versión más arrolladora sobre el césped, imprimiendo carácter y garra en su juego haciendo temblar a las mejores defensas. Real Madrid, Sevilla, Manchester United, Arsenal… el nombre de sus víctimas parecía darle igual.
En pleno apogeo de su carrera, con el aval de ‘El Rey’, Michael Laudrup, Michu copaba las portadas de la prensa inglesa, los ‘cisnes’ ganaban la Capital One y llegaban a Europa gracias a sus cifras, que no pasaron desapercibidas por Vicente Del Bosque.
Con la marcha del danés del banquillo ‘Swan’ se tornó su situación y terminó haciendo las maletas para aterrizar en Nápoles. En Italia todo parecía idílico, un vestuario muy español y bajo las órdenes de Rafa Benítez, parecía que podría llevar la ‘azzurra’ a lo más alto de la Serie A. Pero no fue así, su tobillo derecho le corta las alas en pleno despegue y desde 2014 está inmerso en un calvario luchando por volver a ser el que era.
Es su momento, contrario a todo lo que el fútbol moderno le pudiera guiar, ha decidido jugar en tercera, recuperarse y volver a sentirse jugador de fútbol. Ve la luz al final del túnel dando patadas al balón por los barrizales asturianos, y lo mejor de todo es que disfruta haciéndolo.