El Grupo Tragsa ya ha despedido a 600 trabajadores tras la ejecución del ERE
Los sindicatos se han manifestado esta mañana en Madrid para exigir las readmisiones
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Representantes de los sindicatos protestan frente a la sede de la SEPI. / G.M.
Madrid
El Grupo Tragsa, que anunció el 29 de diciembre que aplicaría un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en las compañías Tragsa y Tragsatec, ya ha despedido a 600 trabajadores. Está previsto que la empresa reduzca la plantilla en 700 personas más. Además de convocar una jornada de huelga, los sindicatos se han manifestado esta mañana, en Madrid, para exigir las readmisiones o, al menos, que no se siga reduciendo la plantilla.
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Al grito de "¡no al ERE en el Grupo Tragsa!" o de "¡directiva dimisión!" los manifestantes han caminado unos 1.200 metros, escoltados por la policía, desde las oficinas de la empresa, hasta la sede de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ente público al que pertenecen ambas compañías. La pancarta que ha encabezado la marcha decía: "En esta empresa necesitamos trabajadores, nos sobran políticos".
El secretario confederal de acción sindical de CCOO, Ramón Górriz, considera que "lo único que busca la empresa es pagar salarios más bajos y contratar de forma temporal". El sindicalista acusa a la cúpula de la compañía de actuar con "nocturnidad y alevosía" por comunicar la ejecución del ERE el 29 de diciembre. Según Górriz, la directiva eligió esta fecha por dos razones: para que los trabajadores tuvieran dificultades para protestar, por encontrarse de vacaciones, y para que no influyera en el resultado de las elecciones generales del 20 de diciembre.
"Los despidos se han comunicado de la forma más cruel posible", expresa el portavoz de la Central Sindical Independiente de Funcionarios, Rafael Fernández. "Muchas de las personas a las que han echado a la calle han recibido antes el finiquito que la carta de despido", explica. Este es el caso de Arturo Hernández, de 55 años, que se enteró de que se había quedado sin trabajo después de ir a sacar dinero y ver que disponía de una cantidad de dinero mayor de la esperada. A su hermano Fernando, de 51 años, también le han despedido de Tragsa estas navidades.
