Recital del Madrid ante el Espanyol

Madrid

En el Bernabéu esta noche todo fueron sonrisas -hasta Cristiano enseñó su dentadura perfecta hasta en tres ocasiones, con cada uno de sus goles-. Sonrisas de los jugadores, de Zidane y en la grada. Por los goles, que los hubo de todos los tipos y colores. Y por el juego vistoso.

El Madrid superó este domingo de principio a fin a un raquítico Espanyol, que no pudo contar con los sancionados Moreno y Víctor Álvarez, ni con el lesionado Felipe Caicedo ni con los cedidos por el club blanco Marco Asensio y Burgui por esa llamada cláusula del miedo. 

Un Madrid insaciable

Se parece poco este Real Madrid de Zidane a aquel de Benítez de hace un mes porque este equipo, en el que hoy repitieron James e Isco de inicio y al que volvieron Ramos y Carvajal, después de un gol quiere otro y después otro más. Y es así como se explica que los blancos ya ganasen 4-0 al final del primer acto.

El primer gol llegó cuando acababan de cumplirse cinco minutos de partido. Benzema se alzó imperioso entre los dos centrales espanyolistas para cabecear un centro medido de James Rodríguez desde el flanco derecho y batir por primera vez a Arlaukis, al que Galca puso bajo los palos horas después de su desembarco.

Cinco minutos más tarde el que hizo diana fue Cristiano. El primero de su cuenta fue de penalti. El portugués fue derribado dentro del área de una manera burda y tosca por Enzo Roco y fue el mismo Cristiano el encargado de lanzarlo.

El tercero lo firmó en el minuto 15 James Rodríguez, con un tiro potente y bien colocado desde la frontal del área con esa bendita pierna izquierda que tiene el colombiano. La jugada tiene su polémica por un posible fuera de juego del cafetero en el pase de Modric.

Entonces sí, con un 3-0 en el marcador, el Espanyol decidió endurecer un poco su juego porque debieron pensar los periquitos que no es lo mismo perder goleado que, además, salir humillado. Aunque tampoco les valió de mucho porque aún antes del descanso, cuando agonizaba el primer acto, Cristiano firmó su segundo gol de la noche.

Gol soberbio de Cristiano Ronaldo

Fue uno de sus goles más bellos con la casaca blanca. Arrancó con muchísima velocidad y se quitó de en medio a cada rival que salió en el camino, con dos bonitos regates, para finalmente definir con un disparo ajustado.

En el paso por vestuarios Galca cambió cromos, Rubén Duarte y Salva Sevilla se quedaron en la caseta y entraron al campo Fuentes y Óscar Duarte, y su equipo se volvió más bravo. Tiró de orgullo para frenar a un Madrid que, a pesar de haber bajado algo la intensidad, seguía apuntando a la meta del recién llegado Arlaukis. Y algunas ocasiones tuvieron los periquitos para batir a Keylor. La tuvieron primero Abraham y luego Mamadou, pero el gol no llegó.

Zidane hace pruebas

Decidió entonces Zidane, con la tranquilidad que le daba la renta de los cuatro goles, hacer cambios y probar algo nuevo. Sacó a los dos ‘titularísimos’ Modric y Kroos y por ellos entraron Jesé y Casemiro. El tercer cambio del francés fue Lucas Vázquez, que desde que Benítez se marchó apenas ha disputado algún minuto, por Benzema. El nivel del Madrid bajó enteros con esos cambios en el centro del campo, pero aún así llegaron dos tantos más. 

El primero de Cristiano, ésta vez de cabeza, el tercero en su cuenta personal y el octavo de esta Liga al Espanyol, y el segundo de Óscar Duarte en propia puerta después de una gran jugada de Jesé. Una goleada que sacó la sonrisa a todos en el Bernabéu, a pesar de esos cuatro puntos de ventaja que tiene el Barça con un partido menos.