Barei, representante española en Eurovisión 2016

A la gala solo le ha faltado grabarse, enlatarse, que cuatro amigos eligieran al ganador y luego emitirse en riguroso diferido. Solo así podría haber sido peor. Y eso que la cosa empezó bien, con una intro en la que los seis candidatos protagonizaron una versión vocal del himno de Eurovisión [muy al estilo de los vídeos musicales del show de Jimmy Fallon en la NBC] y una potente actuación de Loreen, ganadora de Eurovisión en 2012 y parte del jurado del plató junto a Edurne y Carlos Marín (Il Divo). Cinco minutos le duró la magia eurovisiva a 'Objetivo Eurovisión'.

Después de esto, tan solo el sistema de votaciones ha suscitado el interés que merece la preselección para uno de los mayores espectáculos televisivos que tienen lugar cada año, Eurovisión.

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Plató con una estética de la década pasada, escenario pequeño, sonido deficiente, mucho playblack, con (algunas) actuaciones decepcionantes y rígidamente guionizada. Por no hablar de la jauría de fans que han poblado las pocas butacas destinadas al público y que más parecían believers gritando por conseguir una mirada de su ídolo.

Entre todo este estropicio televisivo nacional, una triunfadora: Barei. La cantante madrileña de 33 años llevará hasta Estocolmo el tema ‘Say yay!’, compuesta por ella misma junto a Rubén Villanueva y Víctor Púa. Un up tempo en inglés con tendencia soul, que mueve por dentro y por fuera, y con un sonido y producción muy actuales. En boca de la artista: "Un tema enérgico, con fuerza y emotivo, con un concepto con el que todos nos podemos sentir identificados en nuestra lucha diaria y nuestra capacidad de salvar obstáculos a base de esfuerza".

Bárbara Reyzábal -que así se llama en realidad- se ha impuesto a los otros cinco candidatos: Xuso Jones, Electric Nana, Maverick, María Isabel y Salvador Beltrán. Esta cantante y compositora ya cuenta con dos discos en el mercado, Billete para no volver y Throw the dice, pues su carrera musical comenzó hace más de 15 años. Su estilo musical posee influencias del pop americano, el soul y la música negra. Barei, que ha estudiado lenguaje musical, canto, guitarra y piano, participó en el Festival de Benidorm y después viajó a Miami, donde empezó a componer sus maquetas. A su regreso a Madrid recorrió los escenarios de las principales salas de la capital y este año ha actuado en el Starlite de Marbella.

Es la carta de presentación de esta artista que ha cautivado al jurado internacional, al jurado de artistas en plató y a los espectadores. Han sido los tres pilares a la hora de elegir a quien representará a España en el Festival de Eurovisión que se celebrará en Estocolmo el próximo mes de mayo.

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En una gala corta -acostumbrados a las larguísimas de los talent shows - de poco más de hora y media, el bloque final destinado a las votaciones se ha convertido en lo más interesante de la noche. El sistema de voto se ha querido parecer al empleado en el Festival de Eurovisión, en el que se van otorgando puntos a los artistas de cada país participante.

La embajadora sueca ha llevado en sobre al plató el resultado del voto emitido por el jurado internacional (compuesto por profesionales de tv, radio y música seleccionados por otras televisiones participantes en el certamen), que suponía un 30% de la puntuación final. Después, el jurado presente en el plató ha otorgado el otro 30% de los puntos; mientras que el televoto de los espectadores suponía el 40% restante que ha aupado a Barei hasta la victoria.

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Presentada por Anne Igartiburu -un valor seguro para este tipo de eventos-, 'Objetivo Eurovisión' ha evidenciado, de nuevo, los problemas de TVE en el ámbito del entretenimiento, mostrando una falta de originalidad y ambición, preocupante.

La gala de este lunes para elegir al representante para Eurovisión podría haberse desarrollado tal cual hace 10 años: por realización, escenografía, iluminación, playbacks y su simpleza estructural. Los seis candidatos han cantado sus temas en directo -con un sonido deficiente-, pero las cortinillas en las que se pedía el voto para cada uno de ellos pertenecían a una grabación en playblack realizada antes de la gala sobre ese mismo escenario. A continuación, preguntas pautadas (una para cada candidato y muy blancas) enviadas por los eurofans y un número musical en el que se repasaron algunos de los temas con los que España ha acudido a Eurovisión en los últimos años, en riguroso playback. Tan solo Edurne se ha animado a cantar 'Amanecer' en directo.

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Mención aparte merecen las conexiones con el backstage en el que se encontraba Julia Varela junto con las familias de los candidatos. Un pasillo de nave industrial sin atrezo -más allá de cuatro cartones de RTVE- en el que se han apilado a las familias en torno a mesas altas de pub. La imagen que llegaba por la pequeña pantalla era entre cutre y bochornosa para una cadena estatal de este presupuesto y en pleno 2016.

Entre lo mejor, los vídeos con los que se presentaba cada candidato antes de salir a interpretar su canción. Montajes realizados por un equipo de RTVE y que pretendía mostrar, con el mismo estilo, cómo es cada candidato, su canción y por qué querían representar a España a Eurovisión.

No mucho más que contar en una gala para olvidar en la que ha emergido Barei y su ‘Say yay!’, canción con la que aspirará a traer la corona de Eurovisión a España.