Juguetes conectados a la red, suceptibles de ser 'hackeados'
Desde osos de peluche hasta la misma Barbie, expertos en seguridad advierten de los fallos de seguridad de algunos juguetes que exponen datos personales de miles de menores
Madrid
En un mundo cada vez más conectado, los juguetes también se suben al carro de la tecnología e incorporan la posibilidad de conectarse a la red para mejorar sus opciones de interactividad. Pero, ¿son realmente seguros estos juguetes para nuestros hijos?
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La pregunta no resulta baladí si nos remontamos a casos como los detectados hace apenas unas sumanas Fisher Price tuvo que reconocer los fallos de seguridad detectados por una empresa informática de Boston, Rapid7. Estas vulnerabilidades afectaban, en concreto, al oso de peluche de Smart Toy, la gama de peluches inteligentes fabricados en colaboración con VTech. Según el informe de los expertos, datos personales de los menores estaban en peligro.
"podrían ser utilizados para llegar a otros sistemas de la casa"
“El riesgo es real y es que cualquier dispositivo conectado a una red tiene un nivel de exposición”, asegura a Cadena SER Pablo González, de la empresa de seguridad informática ElevenPaths, capitaneada por el famoso informático español Chema Alonso. Sin embargo, González va más allá y advierte de que “además, podrían ser utilizados para llegar a otros sistemas de la casa”. Por ejemplo un Smartphone conectado a la red Wi-Fi doméstica.
Los riesgos
Y es que los datos a los que pueden tener acceso son muy diversos, como apuntan desde ElevenPaths. Desde “realizar un profiling” (hacer un perfil del usuario), hasta poder interactuar con ellos a través de la red. “En casos extremos, podrían acabar siendo víctimas de acoso”, aseveran. En uno los más graves que se recuerdan, que tuvo lugar el pasado año, miles de fotos de menores e incluso chats entre esos niños y sus progenitores, fueron hackeados de las bases de datos de la empresa VTech.
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“El riesgo real siempre existe y empresas que típicamente no se han dedicado nunca a hacer que sus productos se integren con Internet, deberían tomarse en serio los procesos que siguen con la información que manejan”, apunta Lorenzo Martínez, ingeniero informático de Securízame. No hay que olvidar que se trata de datos que afectan a menores y que, además, la ley es escrupulosa con la protección de esta información personal.
Además, cuando este tipo de agujeros son detectados, el procedimiento suele ser el mismo. La empresa reconoce el fallo, asegura que no se le han reportado casos de afectados y que ya ha procedido a solventarlos. Sin embargo, Martínez asegura que estas empresas jugueteras (y ahora tecnológicas) “suelen negar las vulnerabilidades que hayan parcheado”.
¿Cómo proteger a los niños?
Sin embargo, los expertos ayudan a desentrañar las medidas que los padres pueden tomar para proteger a sus hijos ante estas posibles amenazas. González apela al “sentido común”: “Se debe pensar qué datos vamos a introducir en un sistema y qué datos queremos que realmente se sepan de nosotros”.
Martínez apuesta por medidas más contundentes para asegurar la mayor privacidad de los niños. Propone usar “datos falsos” a la hora de registrar los perfiles, emplear “seudónimos” o subir las fotos de los menores de forma pixelada. Al fin y al cabo, como recuerda este ingeniero, una vez que los datos están en la nube “se corre el riesgo de que en algún punto de la cadena ésta se rompa”.