Más risas que diálogo
La primera fase de la negociación y el último pleno ofrecen un retrato de la voluntad real de llegar a acuerdos

El líder de Podemos, Pablo Iglesias (d), pasa junto a los ministros en funciones de Economía, Luis de Guindos (i), y de Agricultura, Isabel García Tejerina (c), después de su intervención en la sesión plenaria / Ballesteros (EFE)

Madrid
Preguntamos hace unos días a un negociador de Ciudadanos de qué servirá haber llegado hasta aquí si en realidad no ha servido de nada. "Cada uno -nos respondió- quedará retratado".
El último pleno en el Congreso tuvo, en efecto, varios retratos: Pedro Sánchez fue a saludar a Albert Rivera y Mariano Rajoy se divirtió mucho escuchando a Pablo Iglesias. Han nacido nuevas simpatías y odios, pese a que diga Rajoy que él no es rencoroso.
Hemos ido al diario de sesiones para ver cómo transcribieron el pleno las taquígrafas que estaban dentro del hemiciclo, para saber qué oyeron. Las palabras 'aplausos' y 'rumores', que es como los diputados protestan, están entre las diez primeras, por delante de la palabra 'acuerdos'.
Las protestas de los diputados aparecen más veces que el verbo 'hablar'. Y resulta revelador que hubiera más risas de los parlamentarios que alusiones al diálogo. Parece que sí, que tenemos un retrato bueno, ahora que va a empezar la segunda parte de la función.




