El asesor fiscal de Nóos ha exculpado a Zarzuela del fraude fiscal que ha sentado en el banquillo a Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin. Miguel Tejeiro ha explicado que «nadie de la Casa Real revisaba los impuestos de Nóos». El testigo ha subrayado que al asesor fiscal de la Casa del Rey, Federico Rubio «no le he visto nunca, no me he reunido jamás con él». Lo único que ha admitido han sido «dos conversaciones telefónicas» para enviarle documentos que necesitaba para realizar la declaración de la renta de Cristina de Borbón de las cuentas y los intereses que tenía en común el matrimonio. Documentos que le llegaban a través de mensajero o de los escoltas de los exduques de Palma. De Carlos García Revenga ha dicho que «no le he visto en su vida ni me he cruzado cartas o emails con él» y sobre el Conde de Fontao que únicamente le ha visto una vez. «Una comida a la que me invitó Iñaki Urdangarin por si podíamos colaborar en el futuro». Cosa que no hicieron. Miguel Tejeiro ha defendido la inocencia de su hermana, Ana María Tejeiro, mujer de Diego Torres, porque era «la voz de su marido, la mujer del jefe, la recadera». Y también la de su hermano Marco. «Es un insulto a la inteligencia decir que era director general porque Diego Torres es un compulsivo del control». El Instituto Nóos «para mí siempre fue una entidad con ánimo de lucro» en la que había dos jefes, según su versión, «Iñaki Urdangarin y Diego Torres que se repartían los beneficios al 50%». Una parte del dinero público salió a paraísos fiscales. Una estructura societaria en el exterior en la que por primera vez se ha mencionado el nombre de Iñaki Urdangarin. Miguel Tejeiro ha asegurado que el entramado societario en paraísos fiscales se constituyó por orden de Diego Torres y Urdangarin. La declaración de Tejeiro ha empezado con polémica. El abogado de Diego Torres, Manuel González Peeters, ha advertido al testigo de que tenía obligación de guardar secreto profesional de todo lo que conoció cuando asesoraba a las empresas del grupo Nóos. Incluso ha llegado a advertirle de las responsabilidades penales a las que se enfrentaba si revelaba cualquier detalle empresarial. La intervención de Gonzalez Peeters se ha producido al comienzo del interrogatorio cuando el fiscal, Pedro Horrach, preguntaba por la maraña societaria que anidó junto al Instituto Nóos para vaciar los casi 5 millones de euros públicos que recibió de los gobiernos de Baleares y Valencia. El tribunal se ha retirado a deliberar y ha decidido finalmente que Tejeiro está autorizado para contestar a las preguntas que tengan objeto patrimonial siempre que no desvele datos que afecten a la intimidad y al honor de los acusados. Antes de esta interrupción, Miguel Tejeiro, ha reconocido que su hija, Patricia, cobraba de la entidad investigada a cambio de no hacer nada. 60 euros al mes que eran una «propina», ha dicho. Tejeiro ha explicado que cuando ella declaró en fase de instrucción que sí era trabajadora lo hizo porque se lo pidió Diego Torres y que él tuvo conocimiento de lo que iba a hacer pero que no se opuso por «proteger a la familia».