Internacional
ENTREVISTA

Farruquito: “En Nueva York hay más afición al flamenco que en España”

El bailaor cierra una gira por Estados Unidos con el espectáculo “Improvisao”

El espectáculo que Farruquito a llevado a Nueva York. ''Improvisao". / Luis C Ribeiro

Nueva York

Farruquito está disfrutando su gira por Estados Unidos. Lo transmite su voz al teléfono y él no tarda en confirmarlo. “Nos vamos para España con satisfacción, porque lo estamos pasando bien en el escenario en todos los momentos y eso no se produce siempre”.

El bailaor ha vuelto a Nueva York después de 13 años de ausencia, presentando el espectáculo “Improvisao” en el Festival de Flamenco de la ciudad. Está “muy satisfecho” con el público americano, explica en una entrevista con la Cadena SER, antes de la actuación “de remate” de su gira americana. Dos noches en Nueva York finalizan un tour que le ha llevado, entre otras ciudades, a Los Ángeles, San Francisco y Miami. “Hemos tenido la suerte de encontrarnos con un público maravilloso, que se emociona y que dice olé desde el principio”.

“Improvisao”, como indica su nombre, es un espectáculo con un esqueleto básico, sobre el que Farruquito y su compañía se dejan llevar. El bailaor se acompaña de un elenco que, como él, tuvo una formación flamenca “de padre a hijo y de abuelo a nieto” y que sabe “descifrar los códigos del compás”. Así, según explica, “surgen las cosas”. “Tenemos una estructura, pero todo lo demás es escucharnos, mirarnos a los ojos e ir insinuando lo que queremos en cada momento”.

Juan Manuel Fernández Montoya vino por primera vez a Nueva York en 1986. Tenía 5 años y veía entre bambalinas a su familia, el clan de los Farruco, en “Flamenco Puro”. Incluso se colaba en el escenario al final del espectáculo. “Ahí es cuando me enamoré del flamenco”, dijo Farruquito en 2014. “La forma en la que estaban en el escenario y en el vestuario. La pasión. La admiración mutua. Bailaban, cantaban y tocaban para la audiencia, pero sobre todo bailaban, cantaban y tocaban para ellos. Y por eso la audiencia lo disfrutaba”.

Ahora, él intenta recrear esa sensación en “Improvisao”. Asume el riesgo de no tener el espectáculo completamente ensayado. “Es una responsabilidad”, admite, “pero te abre las alas, puede estar expresándote a tiempo real y estás componiendo una coreografía que nace y muere en ese momento y nos hace disfrutar muchísimo”.

Farruqito: 'El público se da cuenta de que no está todo medido'

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Es lo más parecido a una fiesta flamenca. Y se produce una conexión con un público que quizás nunca haya presenciado nunca. “Aquí hay muy buena cultura musical, por lo tanto cuando ven que en el flamenco hay una riqueza musical muy grande, pues entonces rápidamente les llama la atención. Están acostumbrados a ver a muchos bailarines, cantantes y músicos de calidad. No quiere decir que por el hecho de que no hayan visto nunca flamenco no vayan a sentirlo. Tienen la sensibilidad puesta en el punto de mira”, explica. Cree que la libertad de los artistas en el escenario llega al público. “La gente es capaz de percibir porque se dan cuenta de que no está todo milimetrado, estudiado, hace que aunque no entiendan de flamenco puedan emocionarse. Lo que emociona es la verdad, la verdad llega a todos los corazones. Y el flamenco ha de ser verdad”.

El público de Nueva York conoce y ama el flamenco. “Aquí me atrevo a decir que hay incluso más afición al flamenco que en España. A la vista está que hay más demanda y más programación”, dice el bailaor. “Te encuentras con un público que después viene a saludarte al camerino y empiezan a hablarte de cantaores antiguos, de bailaores y de guitarristas y te cuentan que han ido a España a estudiar y que tocan la guitarra aquí y hacen afición aquí, crean escuelas”.

Farruquito: 'En Nueva York hay más afición al flamenco que en España'

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Heredero de la dinastía de los Farruco, Farruquito está comprometido a preservar y enseñar la tradición en la que él siempre ha estado inmerso. Lamenta que haya más afición al flamenco fuera que dentro de nuestro país. “En Sevilla llevo cinco o seis años dando clases y el 5% de mis alumnos son españoles, el otro 95% son extranjeros. Eso es una prueba real de lo que estoy hablando”, explica. Aquí también ha impartido varios talleres. ¿Cómo se explica el baile gitano a tantos kilómetros de su cuna? “El duende no es algo que se pueda explicar, la magia no se explica”, contesta. “Lo que trato de enseñarles es que hay que enamorarse del flamenco y profundizar en su filosofía. Si son aficionados al cante, guitarra y baile, empezarán a entender cuales son los espacios para expresarse”.

El bailaor no quiere hablar sobre el impacto que ha tenido en su carrera la condena a prisión por atropellar a un hombre, que resultó muerto, y darse a la fuga. Comenta con ilusión sus próximos proyectos en España. “Siempre que salgo fuera que estoy loco por volver”, asegura. En los próximos meses regresará con “Improvisao” a Sevilla y lo presentará en Barcelona.

Es una vuelta las raíces de un artista que rechaza hablar de flamenco puro y de fusión. “El flamenco es flamenco y la pureza es lo que se hace de verdad, con el corazón. Yo sólo conozco un flamenco y reconozco sólo una manera de hacer flamenco, cada uno con su personalidad”. La fusión, dice, “está muy bien”, porque ayuda a que otros públicos se acerquen al flamenco, pero cree que “evolucionar no es fusionar”, sino dentro del mismo flamenco “cada vez poder contar mejor quien eres”.

 
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