El sargento de Tierra al que no le gustaban los guardias civiles de Tráfico

Comunidad de Madrid

El Alto Tribunal ha revisado la sanción impuesta al sargento del Ejército de Tierra por “actos irrespetuosos contra el instituto armado” que consistía en un mes y un día de arresto a cumplir en centro disciplinario castrense.

Los magistrados de la Sala de Lo Militar han admitido parcialmente el recurso del uniformado y le condenan a 10 días por entender que en todo caso es una falta disciplinaria leve. Por tanto, quedará bajo arresto, pero en su unidad.

Los hechos tienen todo los tintes de un corporativismo mal entendido. El sargento conducía su coche particular en Zaragoza .Un control de tráfico de la Guardia Civil le para e inspecciona su vehículo. El conductor es denunciado y se le permite continuar. En ningún momento el sargento se identifica ante el agente como militar, pero se marcha enfadado ante el trato recibido.

El suboficial coge papel y lápiz y escribe una carta de queja al Teniente Coronel de la Guardia Civil en la que manifiesta su desagrado. La misiva es respondida, pero parece que no le gusto al denunciado.

Utilizando el papel oficial de su unidad y el membrete de su unidad acorazada, el sargento envía otra carta en la que tacha de mequetrefe al agente que le paro y dice que se sintió tratado como “un rumano sin papeles” para a continuación soltar “la diferencia es que nuestros soldados, si le ven de uniforme, probablemente tendrán la decencia de comportarse acorde a la situación”.

Ahora El Supremo señala que la sanción de un mes y un día es excesiva porque usar expresiones como “mequetrefe” está dentro del deseo del militar de sustentar sus quejas ante una situación que entiende como injusta y perjudicial.

Y todo por una sanción de tráfico, pero eso si con el uniforme puesto