No defraudar

Madrid

'No defraudar'. Es el título de un largo email que Álex Pina, creador y productor ejecutivo de 'Vis a vis' envió este verano a Sonia Martínez, directora de Ficción de Atresmedia. En él, Álex volcaba todos sus miedos y anhelos de cara a la segunda temporada de la serie que aún estaba por echar a rodar.

Cuenta la propia Sonia Martínez que, en ese email, Pina ponía énfasis en no acomodarse, en continuar moviéndose en el borde del precipicio, en no dejar ni un solo minuto de pensar en cómo sorprender al espectador. En resumen, y con las pilas cargadas tras el pertinente descanso, Álex Pina quería que en su segunda temporada 'Vis a vis' siguiera siendo aquella serie que vive cada segundo como si fuera el último, como si no hubiera un mañana; porque, en televisión, por muy buen producto que tengas entre manos, lo más probable es que ese mañana nunca llegue.

Y lo han conseguido. El primer episodio de la segunda temporada de 'Vis a vis' es thriller en estado puro, es adrenalina, suspense, emoción, impacto… Los fans de 'Vis a vis' no solo no quedarán defraudados con el espectacular arranque de temporada, sino que se sorprenderán gratamente. Esta serie va un paso por delante de las exigencias que se le deben hacer a cadena y productora, cumpliendo sus objetivos con creces.

Si en su concepción se elogió que con 'Vis a vis' la productora, Globomedia, abandonase vicios adquiridos que antaño le llevaron a reinar en la ficción televisiva patria y que la cadena abriera la senda de un nuevo género y de un renovado estilo de contar historias; en esta segunda temporada, 'Vis a vis' asume y supera el reto de no defraudar porque 'Vis a vis' continúa arriesgando.

Tanto en la importancia y peso que ha decidido otorgar a personajes secundarios como en la modificación de la estructura clásica de la temporada, dejando que una de las tramas más importantes se resuelva en el séptimo episodio. 'Vis a vis' arriesga en la ficción española como es posible que no lo haga el cine que se dirige al circuito comercial. Pocas son las series de cadenas generalistas que mueven a toda la industria audiovisual hacia delante. 'Vis a vis' es una de ellas.

Desde el magnífico equipo de guion que comanda Álex Pina, pasando por el buen criterio tras la cámara del director y también productor ejecutivo Jesús Colmenar hasta la cuidadísima fotografía de Migue Amoedo, muy fina en el matiz. Ganador del Goya por su trabajo en 'La novia', Amoedo se ha encargado de la dirección de fotografía tanto en 'Vis a vis' como en 'El Ministerio del tiempo', las dos mejores series españolas en estos momentos.

En el equipo actoral es realmente complicado resaltar nombres; más justo sería poner en valor aquellos que, por una cuestión de fama, son los más olvidados por los medios porque su trabajo en esta serie es igual de relevante y plausible. En 'Vis a vis' todo el reparto está sensacional. La mega-elogiada y archi-premiada división femenina, por supuesto; pero es que los chicos de la serie se comen la cámara en cada secuencia, aupados por unos personajes que son incluso mejores que los protagonistas. Lo que los guionistas escriben para los personajes de Leopoldo, Fabio y el doctor Sandoval son auténticas perlas. Y las nuevas incorporaciones de la serie, sin poseer grandes nombres que abran portadas (o acumulen decenas de miles de seguidores en redes sociales), se adaptan como un guante al universo carcelario. Todo marcha como un reloj en Cruz del Sur.

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El único enemigo de 'Vis a vis' es la precipitación. Ocurrió en la parte final de la temporada pasada en la que, por aferrarse a la sorpresa y a los giros de tuerca locos, algunos de los personajes se desnaturalizaron y otras tramas se resolvieron chapuceramente. Es probable que haya aspectos que pinten muy bien en los primeros capítulos de la segunda temporada para, con el paso de los episodios, ir difuminándose decepcionantemente. Ninguna serie está a salvo de vender como artillería pesada lo que solo son fuegos artificiales. También hay que reconocer que un sector amplio de espectadores confunden lo uno con lo otro.

'Vis a vis' deja otra gran lección: la manera de trabajar entre productora y cadena. Posiblemente, ninguna otra serie como esta sea fruto de una simbiosis tan clara entre lo que aporta el comprador (cadena) y lo que propone el cliente (productora). Será porque en este proyecto todos saben qué lugar ocupan y tienen muy presentes errores anteriores que no quieren volver a repetir.

Así que no, Álex, 'Vis a vis' no defrauda en su vuelta.

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