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El legado de la primera mujer hacker

Grace Hopper fue la primera persona que pensó en darle un uso humano a las tecnologías de la computación, creo el lenguaje de programación COBOL y describió el primer error “bug”

Grace Hooper con una de las computadoras que programó. / Computer History Museum

Madrid

El mundo de los hackers parece haber estado reservado desde hace muchos años por los hombres. Es más, la mayor parte de los rostros conocidos de este mundo están copados por caras masculinas. Sin embargo, Grace Hopper murió dejando un legado imprescindible para cualquier hacker.

Su pensamiento le valió el apelativo de ‘pionera’. Hopper fue la primera persona que se planteó que las computadoras no solamente tenían utilidad para los fines bélicos, sino que podrían tener importantes implicaciones para la humanidad. Una reflexión relacionada con el servicio a las personas que permeabilizará en la ética hacker, entre las décadas de los 60 y los 70.

Hopper se doctoró en Matemáticas en Yale y trabajó como profesora universitaria. Al estallar la II Guerra Mundial, consiguió entrar en la Marina. No cumplía las condiciones físicas, pero su conocimiento en matemáticas fue considerado para la causa. Así, obtuvo un permiso especial para trabajar haciendo cálculos matemáticos para saber dónde alinear la artillería. En 1944 , con el grado de teniente, participó en la programación de uno de los primeros computadores, la Harvard Mark I.

Sin embargo, su aportación más relevante fue la invención del lenguaje de programación COBOL al terminar la guerra y mientras trabajaba para el fabricante de compoutadoras Univac. Hopper se propuso simplificar el lenguaje de los ordenadores, que hasta entonces solo entendían ceros y unos, y que hacían que su uso estuviese reservado a personas con conocimientos matemáticos. De ahí surgió COBOL (Common Business Oriented Language), un lenguaje que entendía instrucciones en inglés. Sin embargo, no fue su única aportación.

La descubridora del primer “bug”

En el mundo de la informática, y bien lo saben los hackers, una de las palabras más habituales es la de “bug”. Se trata de un error en el software o el hardware, intencionado o no. El 9 de septiembre de 1947 Hopper, junto a Howark Aiken, se encontraba trabajando en el comportamiento extraño que estaba experimentando la computadora Mark. Decidieron examinar todos los componentes y encontraron una polilla de apenas un par de centímetros en un relé de la máquina.

Hopper también fue la primer mujer Almirante de la Marina.

Hopper también fue la primer mujer Almirante de la Marina. / Navy of EEUU

Como todo el trabajo que Hopper hacía, este incidente quedó escrito en su cuaderno con la siguiente nota: "Primer caso de bicho que se encuentra". Desde entonces, el término “bug”, que literalmente quiere decir “bicho”, es empleado para describir estos errores informáticos.

Toda esta trayectoria le llevó a obtener numerosos premios y reconocimientos. Entre ellos, más de 40 universidades la condecoraron con el honoris causa y llegó a ganar la Medalla Wilbur Lucius Cross de Yale.

Las 'Hoppers' del futuro

Hasta ahora, las carreras relacionadas con la informática y la computación han estado copadas por estudiantes masculinos. Sin embargo, la tendencia apunta a una igualdad en la balanza. El pasado 2015 la Universidad de Stanford anunciaba que, por primera vez, sus estudios de Ingeniería Informática se habían convertido en los más populares entre sus estudiantes femeninas.

En cualquier caso, los datos de la National Science Foundation apuntan a que tan solo el 18% de las estudiantes están interesadas en carreras relacionadas con la informática. Unos datos que coinciden con los que revela la OCDE para España: ellas estudian más, pero no se interesan por este sector.

En cualquier caso, tanto Grace Hopper como Ada Lovelace -considerada como la primera programadora-  iniciaron un camino dentro de la informática que seguirán el resto de generaciones (masculinas y femeninas).

 
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