¿Por qué no hay nada que destrone a 'El Príncipe'?
A falta de un único capítulo, la serie sigue creciendo y marcando abultadas diferencias con su competencia
Madrid
Solo queda un capítulo. Solo un episodio para poner fin a la serie española más exitosa de los dos últimos años. Y sigue creciendo. Sin apenas desgaste, moviéndose en unos datos de audiencia a los que prácticamente ninguna otra serie puede optar.
Este miércoles, Telecinco emitió el penúltimo capítulo de 'El Príncipe' que cosechó el mejor dato de su regreso en este 2016. Poco más de 4,4 millones de espectadores con un 24,8% de cuota de pantalla. Hay que remontarse a abril de 2015 para encontrar un capítulo de 'El Príncipe' con más share.
Da igual en qué día se emita, contra qué rivales compita y el tiempo que Telecinco la haya mantenido en un cajón, 'El Príncipe' es imbatible. Y, a buen seguro, romperá su techo de la segunda temporada el miércoles que viene, cuando emita su último episodio.
¿Qué es lo que explica el éxito arrollador de esta serie? Evidentemente, no se puede entender su triunfo en función de unas variables que, aplicadas a otros proyectos, reportarían sí o sí una serie de similares resultados. No es que Plano a Plano o Telecinco hayan dado con la fórmula del éxito -que no existe-, más bien es esbozar unos aspectos a través de los cuales se pueden comprender por qué 'El Príncipe' es el fenómeno que es.
Una serie bien hecha
Aunque hasta el espectador menos exigente conviene que en 'El Príncipe' hay algunas interpretaciones que dejan que desear, de esta ficción nadie puede decir que no sea una serie bien hecha. En sus formas no es arriesgada, pero sí cuidada.
Su prueba de fuego era cómo trasladar al público hasta Ceuta tratándose de una ficción que se ha rodado en una nave de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Lo han conseguido merced a Stargate -la empresa especializada en efectos digitales- y a un buen saber hacer. Casi tres años después de comenzar su rodaje, 'El Príncipe' continúa siendo la serie española que mejor trabaja los VFX. No solo es una cuestión de partida presupuestaria, es vital que los directores de la serie y los directores de fotografía sepan rodar teniendo en cuenta este aspecto: iluminar correctamente para que no se note el croma, decidir cómo afrontar una secuencia y qué terrenos no debe pisar el actor para que los VFX pasen desapercibidos… Lo que ha enseñado 'El Príncipe' es que, tras las cámaras, posee un equipo brutal de profesionales.
Buen estreno y sin gran competencia
'El Príncipe' llegó en febrero de 2014, mes que puso fin a una etapa de liderazgo de Antena 3 que se extendía desde el verano anterior. Telecinco quería recuperar el cetro y echó toda la carne en el asador en ese febrero de 2014, comenzando por uno de sus productos más caros: 'El Príncipe'.
Se estrenó en simulcast, usando todos los canales de Mediaset España salvo Boing y Cuatro. Congregó una audiencia de más de 5,6 millones de espectadores (4,4 en Telecinco). Esto es vital para cualquier serie: cuanto más espectadores se asomen en el primer capítulo, más continuarán pese a una previsible caída en el resto.
Además, el mayor rival que tuvo 'El Príncipe' en su primera temporada fue '¡A bailar!', un concurso de baile con famosos que fracasó estrepitosamente en Antena 3. En La 1 se midió a 'Los misterio de Laura', otro endeble oponente. A partir de ahí, 'El Príncipe' resultó tan temible que nadie quería enfrentarse contra esta serie.
Ha fabricado estrellas, no las ha comprado
Es una característica de las series que produce Plano a Plano: no reúne nunca a un elenco excesivamente mediático, lo que no quiere decir que no sea de calidad. En 'El Príncipe' tiró de un par de rostros con mucho tirón -en especial, José Coronado- y otorgó personajes protagonistas a actores como Rubén Cortada, Hiba Abouk o Stany Coppet. Quizá sus rostros fueran conocidos, pero se trataba de estrellas potenciales que, tras su paso, por la serie se han consolidado.
Esta manera de encarar un proyecto permite que las partidas presupuestarias destinadas al reparto sean más bajas que si se contratase a 10 actores de renombre mediático con lo que se puede destinar más recursos al resto de la producción.
Es una serie que entretiene y se adapta a su cadena
¿Sería igual 'El Príncipe' en Antena 3? ¿Y en La 1? No. La serie se adapta como un guante a Telecinco, lo que es mérito exclusivo de la productora Plano a Plano y del equipo de ficción de Mediaset España. Conocen al público de su cadena y, a partir de ahí, han sabido conquistar a otros espectadores que, habitualmente, no consumen productos de Telecinco.
La serie posee excelentes datos entre el público joven. El capítulo de este miércoles, por ejemplo, se alzó hasta el 34% de cuota de pantalla entre los espectadores de 13 a 34 años, un segmento que sigue muy de cerca otros productos de la casa como 'Gran Hermano', 'Mujeres, hombre y viceversa', 'La que se avecina'…
No obstante, la consolidación de 'El Príncipe' y el hecho de que haya sido la serie más vista en 2014, 2015 y, seguramente, en 2016, solo es posible porque se trata de un producto que destaca en todos los segmento de público: sea de donde sean y tenga la edad que tengan.
Valentía en el tema que trata: terrorismo
¿Acabarán juntos Morey y Fátima? ¿Triunfará el amor? Sin duda, este será el mayor aliciente para buena parte de su audiencia. El gancho, el envoltorio. Pero que nadie olvide que el motor de esta ficción es el terrorismo, el yihadismo. Un tema que no ha sido abordado por ninguna otra ficción española en horario de máxima audiencia.
Si el yihadismo fuera un tema ajeno a nuestro país, si fuera como hacer una serie de un equipo de baseball, 'El Príncipe' se la hubiera pegado. Ocurre que en la sociedad española existía un poso, el terrorismo islamista se quedó marcado a fuego desde aquel fatídico 11M. En 2014, una serie, con métodos de procedimental policiaco, pone su foco en el yihadismo, en la captación de jóvenes. Habla de atentados terroristas en España, del trabajo de la policía para evitarlos. También habla de corrupción en las administraciones públicas, de dejadez institucional interesada en un barrio conflictivo y pobre como El Príncipe. Hay mucha denuncia social en esta serie que se esconde tras las sencillas tramas de amoríos y pesquisas policiales.
Aitor Gabilondo, creador de la serie, ha afirmado en alguna ocasión que escribió esta serie pensando en Euskadi y los años duros de ETA; aquellos en los que el simple hecho de ser vasco era percibido por muchos españoles como simpatizante de la banda terrorista (¿no ocurre eso ahora con los musulmanes?) o en los que se llevaba una labor activa de captación de jóvenes.
Sin ninguna pretensión en este sentido, 'El Príncipe' es una serie más social y que dibuja mejor algunos problemas de la España actual de lo que muchos piensan. Por ello, lo que ha rodado siendo ficción, meses después ha ocurrido de verdad.
Solo dos temporadas
Esto es una bendición. Que una cadena haya aprendido a que, por más éxito que tenga una serie, lo que ha de priorizar es la historia que se cuenta resulta un paso importante en el sector televisivo nacional.
Desde muy pronto, los creadores de 'El Príncipe' tuvieron claro que la historia daba para dos temporadas y que si la cadena quería más, tendría que modificarse la esencia de la serie. La cadena entendió que modificar 'El Príncipe' por seguir manteniendo con vida la gallina de los huevos de oro era una forma lenta de matarla.
Con esta estructura, 'El Príncipe' ha ido a degüello. Sin miramientos. Sin retorno. Cada capítulo ha sido un viaje emocionante, entretenido, apasionante y sorprendente. Cada vez que un episodio funde súbitamente a negro en su final, el corazón da un vuelco. Esto solo es posible sabiendo cuándo y cómo acaba.
Si fuera mejor serie, la vería menos gente
'El Príncipe' es una buena serie para canal generalista, lo que implica que posee características que horrorizan a la crítica especializada y al espectador de paladar más exigente (más amante de series americanas, mejor dicho). Y es así. La evolución de algunos personajes, la resolución de tramas, algunos giros ventajistas en su guion… Todos esos "fallos" que desencantan a los más entendidos son los que, precisamente, la hacen más accesible. Es decir, que 'El Príncipe' es una serie que ha sabido sacar provecho incluso a sus debilidades.
Por ello, si 'El Príncipe' fuera mejor serie, si limase todos estos "fallos" -la mayoría cometidos a conciencia- habría sido una serie mejor vista y, por supuesto, no estaríamos hablando de este fenómeno.