Muhammad Ali, "el más grande" en 5 frases
La "bocaza de Louisville" era muy hábil con el lenguaje dentro y fuera del ring
Algunos de sus comentarios se han convertido en conocidos aforismos
Ali en 1976 durante una sesión de entrenamiento en Múnich. / ISTVAN BAJZAT (EFE)
Madrid
Cassius Clay, el ser humano, el joven de Louisville que empezó a combatir cuando un policía lo introdujo en el mundo del boxeo; ha muerto esta madrugada a los 74 años. A la misma hora y en ese preciso momento Muhammad Ali, el deportista que se cambió el nombre tras ganar su primer título, tachonaba para siembre su leyenda en el sitial de la historia del deporte mundial.
Alí flotaba encima del ring, como si levitara. Sin embargo y pese a su técnica heterodoxa con los brazos algo caídos, descargaba golpes muy rápidos, picaba como una abeja. Fuera del cuadrilátero —a menudo también dentro— su fluidez verbal se elevaba tan sutil como sus pies en la pelea y sus comentarios mordaces herían al ritmo de sus guantes.
" Soy el más grande, el más atrevido, el superior, el más habilidoso luchador en el ring"
Era consciente de su magnitud pero sin vanidad alguna. Afirmaba que la humildad se la dejaba en casa porque conocía a mucha gente humilde que no había llegado lejos.
"La gente no soporta a los bocazas, pero siempre los escucha"
Lo llamaban "la bocaza de Louisville" porque, además de una abundante conversación y facilidad de palabra, el boxeador era muy perspicaz lanzando comentarios incisivos.
"Cassius Clay es el nombre de un esclavo. No lo escogí, no lo quería. Yo soy Muhammad Ali, un hombre libre"
Tras ganar su primer campeonato mundial de los pesos pesados en 1964 contra Liston, Cassius Clay cambió su nombre por el de Muhammad Ali. También se convirtió al islam, proporcionándole este anuncio bastante notoriedad.
"El boxeo son un montón de hombres blancos mirando a dos hombres negros molerse a golpes"
Estados Unidos vivió en los años sesenta una fuerte controversia social por los conflictos raciales. Ali alimentó su faceta de activista posicionándose públicamente en contra de la segregación. En pleno auge de movimientos como los panteras negras, el deportista inició militancia en la Nación del Islam de Malcom X que clamaba por el fin de los guetos.
"Les compro armamento, les compro aviones, pero no voy a la guerra"
También fue sonada su oposición a la guerra de Vietnam. La negativa de ingresar en el ejército cuando fue llamado a filas le costó una condena de cinco años por insumisión, la suspensión durante otros tres y la retirada de su título de campeón.
