Comienza el pólemico festival de carne de perro de Yulin
Cada año aumentan las protestas contra esta celebración en la que se sacrifican miles de perros
Pekín
El festival de carne de perro de Yulin, en la provincia de Guangxi, al sur de China, comienza rodeado de polémica por el rechazo generalizado de la opinión pública y de los defensores de los animales, que tachan la celebración de "brutal".
Este cita se festeja el 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano, día que muchos habitantes de la localidad lo celebran comiendo carne de perro. En el festival son sacrificados miles de canes, no hay datos oficiales, que se sirven en las casas y restaurantes. Las jaulas con perros y gatos se amontonaban este lunes en el mercado Dashichang en Yulin, preparados para ser el plato estrella el día siguiente.
Mientras, activistas desplazados al lugar aún tratan de liberar a algunos de ellos. Los conflictos entre los activistas y los vendedores de perros y los activistas han ido creciendo con cada edición, y hoy algunos restaurantes especializados en carne de perro o vendedores optaron por ocultar los carteles donde se publicitan para evitar problemas.
Los defensores de esta práctica dicen que se trata de una expresión cultural de esa zona, y argumentan que no es diferente al consumo que se hace de otros animales como vacas y cerdos. Ante esa posición están los consideran que el festival representa un acto de crueldad sin relación con la tradición alimentaria de la zona. Las imágenes de perros golpeados y eviscerados en los mercados de la localidad han provocado y reforzado la indignación de organizaciones y personas en todo el planeta.
Hasta este lunes, la organización Humane Society Internacional (HSI) ha conseguido rescatar 54 perros y gatos, una veintena este lunes, según explicó a Efe la directora para la prensa internacional de HSI, Wendy Higgins.
Las escenas en el mercado de Dongkou de Yulin, donde se vende la carne de perro una vez que los animales son sacrificados, se asemejan a otras de mercados al aire libre de China, si bien en éste se puede diferenciar claramente a perros despellejados o quemados, colgados de ganchos de carnicero por la boca, preparados para ser cortados y servidos a los clientes.
Perros robados y callejeros
El festival genera controversia no sólo por la práctica de comer estos animales, común en Asia, sino por la procedencia de los mismos: la mayoría de los perros que acaban servidos en el plato en este festival son animales de compañía robados o callejeros, según un estudio de la Fundación de Animales de Asia de 2015.
"El cumplimiento de la ley es responsabilidad del Gobierno chino, pero hasta ahora la ha ignorado. Por eso, es por lo que activistas chinos van hasta las carreteras para detener a los camiones de perros adquiridos de manera ilegal", explica Higgins en un comunicado.
Este año, las autoridades han puesto controles en las vías de acceso al municipio, respondiendo a algunas de estas organizaciones, si bien los activistas consideran que lo que se necesita es "una orden para cerrar de manera definitiva los mataderos".