Duncan y Bryant: dos formas muy distintas de decir adiós a la NBA
Tim Duncan se marcha de la NBA sin armar ruido, justo al revés que Bryant, que se despidió en cada partido de la pasada temporada
La NBA, como todo buen evento estadounidense, es puro espectáculo y del sorteo más simple (el orden del draft) montan un show digno de una gran final europea. En eso son los mejores y por eso tipos como Tim Duncan no terminan de encajar. A nivel deportivo ha sido el mejor ala-pívot que ha dado el baloncesto del norte de América pero su carácter tranquilo no terminaba de encajar con los fuegos artificiales y las luces de la NBA.
El mejor ejemplo ha sido su despedida. Un simple anuncio en la página oficial de los Spurs, su único equipo en 19 años como profesional. Tim Ducan era un cuerpo extraño en la NBA del siglo XXI, el 21 de los Spurs no tiene Twitter, no luce moda extravagante y es feliz en vaqueros y una camisa de cuadros. Entendiendo esto puede parecer lógico que su marcha haya sido justo la contraria a la del otro gran jugador que dijo adiós este verano: Kobe Bryant.
Cuando Bryant anunció su marcha al término de la temporada la NBA activó toda la maquinaria. Cada pabellón que visitaban los Lakers se convertía en la fiesta del adiós de Bryant. Luces, aplausos, discursos...
Estadísticas en mano el debate sobre qué jugador ha significado más en la NBA es más que entendible. Ambos suman 5 anillos, han ganado varios trofeos al mejor jugador de las finales -3 Duncan y 2 Bryant- y han liderado a sus equipos.
En el caso de Timmy el liderazgo se extiende desde su llegada a San Antonio como número 1 de draft en el 97. De 19 temporadas en la franquicia de texas, Duncan ha jugado 'play-offs' en 18 ocasiones y ha ganado 5 títulos. Los números a nivel de equipo de Kobe son peores, no obstante se despidió de las fases finales de la NBA en 2012, año en el que jugo su último partido de 'play-off'.
Duncan, que se dedicó al baloncesto porque el huracán Hugo arrasó la piscina en la que nadaba en su pueblo de las Islas Vírgenes Americanas, deja el baloncesto profesional tras haber peleado hasta su último partido y lo hace sin armar ruido, sin grandes discursos. El cariño y la admiración que despertó fue tal que cientos de jugadores de baloncesto mostraron su respeto por la leyenda de los Spurs por Twitter, donde jamás lo leerá el 'analógico' de Duncan, ironías de la era digital.
Alejandro Rodríguez
De Tenerife a Madrid. Trabaja en la Cadena SER desde 2010