Morata no puede resignarse

Madrid

Este verano, que parece no querer irse, cinco equipos quisieron fichar a Morata: Chelsea, Atlético de Madrid, Juventus, Manchester United y Nápoles. Los tres primeros fueron los que apostaron más fuerte, Miguel Ángel Gil llegó a ofrecer 70 millones, desde el Chelsea la oferta era superior y el Madrid podía haber sacado hasta 80 millones por la venta del delantero. Hubiera sido el traspaso más caro en la historia del club.

Desde el Bernabéu se pararon todas las operaciones. La esperada sanción de la FIFA recomendaba hacer granero y se había decidido estratégico volver a tener dos delanteros con posibilidades de titularidad. Desde que se fue Higuaín, Benzemá no tenía recambio ni competencia.

Morata habla de su suplencia en 'El Larguero'.

Por mucho dinero que se hubiera sacado por Morata no había nadie en el mercado que ofreciese todo lo que él ofrece al Madrid. Empezando por la identidad: la filiación con la cantera y los valores históricos del club le convierten en una divisa madridista. Su juventud arrolladora, con un poderío físico que pone de los nervios a cualquier defensa del mundo, conecta con los aficionados, que ven en él a un tío que se lo ha tenido que currar duro para llegar hasta aquí, que lo deja todo en el campo y que no tiene postureos de estrellita. Otro rédito importante para el Madrid es que tiene un lugar asegurado en la selección para los próximos años.

Zidane debe pulirlo, pero tiene que darle un papel mayor que el de mero revulsivo para la carga final o se quemará. Es evidente que Benzema, cuando está bien, le da algunas cosas al equipo que Morata no tiene, un toque más fino entre líneas y capacidad de jugar en espacios reducidos, pero condenar a Morata a jugar solo un rato cada partido es privarle de crecimiento.

No siempre te va a resolver como ante el Sporting de Portugal y lo normal es que salga atropellado a intentar aprovechar el poco tiempo que tiene en la cancha, como cuando se tiró ante el Éibar a la piscina más por impotencia que por otra cosa. Ayer en El Larguero vimos un Morata algo resignado. No juega en el Madrid y ahora parece que Diego Costa le ha ganado la titularidad en la selección. Sería una lástima que se cortara su crecimiento y para que eso no suceda necesita jugar con regularidad. Pudo haber sido este verano el traspaso más caro de la historia de nuestro fútbol y ahora se encuentra con que no juega todo lo que espera y necesita. Es un año difícil. Veremos si aguanta así toda la temporada.