La brecha de género en el empleo cuesta a la UE 370.000 millones de euros

Madrid

La brecha de género en el empleo, la diferencia que hay entre la tasa de empleo de las mujeres y la de los hombres, le sale muy cara a la Unión Europea. Las cifras las da un informe de Eurofound, la fundación tripartita (Comisión Europea, sindicatos y patronales de la UE) que monitoriza los asuntos sociolaborales que conciernen a los 28 Estados Miembros. El documento contiene una estimación de los recursos extra con los que contaría la Unión Europea si la tasa de empleo femenina (porcentaje de mujeres con empleo sobre la población total de mujeres en edad de trabajar) fuese igual que la masculina, una aspiración de la Unión Europea incluida en los objetivos políticos para los próximos años conocidos bajo el nombre de Europa 2020.

Lo que indica el informe es que en la Unión Europea la tasa de empleo de las mujeres es del 59,6%, mientras que la de los hombres es del 70,1%, casi 11 puntos más ¿qué sucedería si la tasa femenina se igualase con la masculina, es decir, si 18 millones de mujeres que ahora no tienen un puesto de trabajo lo tuviesen? Los autores del documento han elaborado un modelo matemático para averiguarlo similar al que se han utilizado en informes anteriores, como el que en 2012 medía el coste que tenía para la economía europea la cantidad de jóvenes que no estaban ni estudiando ni trabajando.

Coste multimillonario

El resultado en esta ocasión es que la brecha de género en el empleo tiene un coste para Europa de 370.000 millones de euros: La mayor parte de ese dinero, 324.000 millones de euros, se correspondería con lo que aportarían a las arcas públicas esas mujeres en concepto de impuestos y cotizaciones sociales si estuviesen en el mercado de trabajo; el resto, los otros 46.000 millones, son las prestaciones y ayudas que ahora se pagan a mujeres con pocos recursos y que no se pagarían de tener un empleo.

Aplicadas a España, las cifras dicen que el coste de la brecha son 30.000 millones de euros al año, el 3% de nuestro PIB, o -visto de otra forma- el doble de lo presupuestado este 2016 por el Estado para Justicia, Defensa, seguridad ciudadana y política exterior.