Los trampantojos del desalojo de la jungla de Calais
Críticas a las condiciones de traslado y desconcierto sobre los menores y nuevos migrantes
Agentes de policía galos observan a varios migrantes que son evacuados del campamento de Calais. / ETIENNE LAURENT (EFE)
París
Pese a que el Gobierno francés dio por terminado el desalojo del asentamiento de Calais en la tarde del miércoles, los voluntarios que permanecen en la zona afirman que nuevos potenciales refugiados, sobre todo mujeres, llegaron a la zona.
El miércoles por la tarde la delegada del Gobierno en Calais aseguró que "la operación de dar refugio a los migrantes", como oficialmente se denomina la evacuación, había "concluido con éxito". En los tres días de desalojo, las autoridades lograron encaminar a centros de orientación a un total de 5.596 inmigrantes y enviar al Reino Unido a 234 menores (2.300 inmigrantes el lunes; en torno a 2.000, el martes y los aproximadamente 1.300 del miércoles, entre adultos, niños y mujeres).
Se supone que los migrantes reubicados comenzarán a demandar el asilo en Francia como potenciales refugiados al proceder la mayoría de países en guerra o desestabilizados como Sudán, Afganistán, Eritrea y de regiones como el Kurdistán.
Las asociaciones humanitarias sostienen que se habían censado a 8.000 personas hace pocas semas en la llamada 'jungla de Calais', por lo que se estima que unos dos mil de ellas, por lo menos, podrían haberse "escondido" en bosques y pueblos de los alrededores. Con la idea tratar de atravesar el Canal de la Mancha después.
Los voluntarios presentes en la zona señalan que entre el martes y jueves llegaron nuevos migrantes, sobre todo mujeres desinformadas sobre su posible traslado al Reino Unido. Todavía no es claro que pasará con los muchos menores que han sido traslados a otros albergues o que permanecen en los contenedores oficiales de Calais.
El Consejo Nacional de Abogados (CNB) ha presentado una queja oficial ante el Ministerio del Interior porque no se permitió la entrada a los letrados durante la evacuación. Los abogados recuerdan que "incluso en situación irregular los migrantes y exilados son personas libres" y que los juristas están destinados "a acompañarlos y aconsejarlos para que sean respetados sus derechos y libertades fundamentales".
En las redes sociales se ha criticado el que los asientos de los autocares que trasladaron a los migrantes se habían forrado con fundas de plástico."Tuvimos una epidemia de piojos que nos obligó desmontar todo un autobús para poder desinfectarlo", contesta uno de los conductores de Littoral Nord Autocars, la compañía privada fletada por el Estado francés. La pregunta la había realizado una periodista de 'Liberation' a la que también responde que llevan al colegio o a comprar a los refugiados del vecino campamento de Grande-Synthe. "Estamos acostumbrados, no hemos tenido jamás un problema", añade el chofer.
Muchos de los refugiados ya sentados en los buses, hicieron la señal de victoria con sus manos para despedirse. Conviene recordar las condiciones de higiene en las que han tenido que vivir miles de hombres, mujeres y niños, durante meses, con apenas una docena de duchas y una cantidad poco más numerosa de retretes químicos.
Nuestros compañeros de 'Le Monde' escriben hoy un artículo titulado 'periodistas en Calais, ¿la ley de la jungla?' Una reflexión acertada para los medios sometidos a la ley de la competencia feroz. Camarógrafos y fotógrafos ávidos de sacar la mejor exclusiva olvidan que los menores migrantes también tienen derecho a la protección de su intimidad y que los interiores de las tiendas de campaña o de las chabolas son "lugares privados" tanto como los domicilios.
Además los migrantes suelen rechazar ser fotografiados y filmados. Por un lado porque temen que las imágenes lleguen a sus países y puedan poner en peligro a sus familiares; se inquietan también porque podrían perjudicar sus procedimientos administrativos.
