Cohen murió tras caerse mientras dormía

Madrid

El mundo conoció su muerte el pasado 10 de noviembre pero Leonard Cohen había fallecido días antes: "Murió durante su sueño justo después de una caída en mitad de la noche el 7 de noviembre. La muerte fue repentina, inesperada y pacífica", revela en un comunicado Robert Kory, manager del cantante y poeta.

La discreción siempre caracterizó a Cohen y la llevó hasta su muerte. Hace unos días, su hijo Adam daba más detalles sobre el sepelio en Facebook: “Mi hermana y yo acabamos de enterrar a mi padre en Montreal. Solo con la familia más cercana y algunos amigos de toda la vida presentes, fue enterrado con un ataúd de pino sin adornos, al lado de su madre y su padre. Exactamente como pidió”.

Con una foto en blanco y negro de su padre, Adam Cohen aprovechó el mensaje para despedirse de él públicamente: “Según escribo esto, pienso en la combinación única de autodesprecio y dignidad de mi padre, su elegancia, su carisma sin audacia, su caballerosidad de otra época y la torre forjada a mano de su obra”. También le dedicó palabras de gratitud: “Hay tantas cosas por las que me gustaría darle las gracias, solo por última vez. Le daría las gracias por el consuelo que siempre me ha dado, por la sabiduría que me otorgó, por el maratón de conversaciones, por su cegador humor. Le daría las gracias por tenerme, por enseñarme a amar Montreal y Grecia. Y le daría las gracias por la música: primero por su música, que me sedujo de niño, después por apoyarme en mi propia música, y finalmente por el privilegio de poder hacer música juntos”. Y, por último, dedicaba palabras de afecto a todos los que mostraban sus condolencias: “Gracias por vuestros cariñosos mensajes, por el torrente de simpatía y por vuestro amor a mi padre”.

Leonard Cohen nació en Montreal pero vivió durante sus últimos años en Los Ángeles, donde murió. Allí también se oficiará pronto un funeral en homenaje al cantante.

A sus 82 años, Cohen publicó su último disco sólo mes y medio antes de morir. Era un trabajo que sonaba a despedida y, como él mismo reconoció poco después, estaba listo para morir: "Espero que no sea demasiado incómodo", dijo en una entrevista en The New Yorker.