Fillón contra Juppé, casi presidenciales adelantadas
El que logre ganar hoy tiene altas probabilidades de ser el próximo presidente de Francia
París
Tras haber enviado la pasada semana a la jubilación anticipada a Nicolas Sarkozy, los electores conservadores y centro elijen hoy qué derecha quieren que les gobierne. Más de 4 millones de franceses votaron hace una semana en la primera vuelta y, según los cálculos a mediodía, hoy serán todavía más.
El duelo entre Francois Fillón, de 62 años y Alain Juppé, de 71, es inédito. Los dos comenzaron su carrera política hace cuarenta años, en el Gaullismo francés. Los dos han sido jefes de Gobierno y ambos han sido varias veces ministros bajo las órdenes del contrario.
Formado en una escuela de elite ENA, Juppé ejercicio varios años como Inspector de Finanzas hasta entrar en la gran política con el Presidente Jacques Chirac. El actual popular Alcalde de Burdeos desde hace más de dos décadas, pasó antes por la municipalidad de Paris, donde se vio implicado en un escándalo de empleos ficticios que le acarreó una condena a 15 meses de prisión condicional.
Del Gobierno Juppé se recuerda sobre todo su marcha atrás a la reforma de las pensiones, porque la oposición sindical organizó tales huelgas que bloquearon el país durante meses. Desde entonces Francia se considera irreformable y por eso las radicales reformas que hoy promueven ambos candidatos pero con más dureza Fillon, parecen una quimera.
Juppé tiene dos hijos de su primer matrimonio y una hija con su actual esposa.
Fillon, formado como jurista, ha desempeñado toda su carrera en la política, destacando sus cinco años como único jefe de Gobierno de Sarkozy en los que dirigió tres equipos y apenas logró una mínima reforma de las pensiones, también muy contestada. Muy católico, defensor de la familia tradicional, Fillon tiene cinco hijos con su mujer británica.
Lo único extravagante en este hombre tan serio y previsible que es Fillon es su locura por la velocidad y las carreras automovilísticas, lo que tal vez se puede explicar porque procede del departamento del Sarthe, donde se ubica el emblemático circuito de Le Mans.
Liberales en economía, divergentes en lo social
Favorito en los sondeos; François Fillon, se presenta como el único candidato capaz de reformar Francia, porque en su opinión, adelantando las propuestas con detalle, la elección se convertirá en un plebiscito y los franceses no se opondrán en la calle. Su programa combina un enfoque liberal en lo económico y muy conservador en lo social.
El plan de este abogado admirador de la "Dama de Hierro" Margaret Thatcher, es más radical que el de su rival. "En dos años podemos reformar el país, en cinco reducir el paro a la mitad y en diez convertirnos, de nuevo, en la primera potencia europea".
Propone recortar el gasto público en 100.000 millones de euros, suprimir medio millón de funcionarios y eliminar una de las leyes más emblemáticas de la izquierda: la semana laboral de 35 horas. Además desea privatizar la sanidad.
Sobre los temas de sociedad, Fillon, un católico devoto que hizo campaña contra la ley del matrimonio homosexual aprobada en esta legislatura, quiere modificar parte del texto, para reservar la adopción plena a las parejas heterosexuales.
Juppé defiende también reformas liberales en el plano económico, pero de manera progresiva: la supresión de 250.000 puestos públicos, recorte del gasto publico de 85.000 millones y semana laboral más larga pero progresiva y negociada. Considera "extremadamente duras e irrealizables" las propuestas de su contrincante.
Frente a la asimilación de todos los franceses que quiere su rival, el alcalde de Burdeos defiende una sociedad francesa diversa: "la realidad de ayer, de hoy y de mañana es su diversidad, no tenemos el mismo origen, ni el mismo color de piel, ni la misma religión si es que la tenemos, ni idéntica orientación sexual y todo ello forma nuestra riqueza y nuestra fuerza".
Europa ha estado casi ausente de los debates. Pero mientras Juppé se considera que Francia solo puede ganar la globalización con una Europa mas fuerte, Fillon, quiere un referéndum para repartir las cuotas de inmigrantes. Amigo de Putin, promueve un acercamiento a Rusia sin contrapartidas.
Faltan cinco meses para que los franceses elijan oficialmente el presidente de Francia. Pero de facto, este domingo podrá decidirse quien será el próximo inquilino del Elíseo. En esta segunda vuelta de las "primarias" de la derecha francesa, Los Republicanos, votan su candidato a la jefatura del Estado y, según todos los sondeos, el aspirante conservador tiene las mayores oportunidades de convertirse en Presidente de Francia el 7 de mayo de 2017.
Frente a la fractura y dispersión de la izquierda francesa, es muy alta la probabilidad de que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales sea disputada entre el aspirante Republicano y la presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen. La ultraderechista quiere sacar a Francia del Euro y hundir la Unión Europea. Pese a este dramático escenario para Francia pero también para Europa, los analistas creen que la mayoría de los demócratas acabarán votando con la nariz tapada al candidato de la derecha, para frenar a Le Pen.