El Supremo expulsa a un agente de la Guardia Civil que agredió a dos policías nacionales
El acusado estaba de servicio y extrajo su arma reglamentaria en una cervecería de Ferrol para exhibirla a la clientela.
Vestido de uniforme había estado consumiendo bebidas alcohólicas por lo que los camareros llamaron a la Policía Nacional y ahí comenzaron los golpes

Cadena SER

Madrid
El resultado de una acción de este tipo portando el arma reglamentaria, con uniforme y de servicio tiene una consecuencia muy clara en el reglamento disciplinario de la Guardia Civil: la separación del servicio. Es decir, la expulsión del cuerpo y la pérdida de todos los derechos que tenía por su carrera militar.
Junto a la falta muy grave que ha cometido también ha perpetrado un delito de atentado contra agentes de la autoridad al empujar violentamente a los dos policías nacionales que acudieron a la cervecería ferrolana.
Por si fuera poco, tras ser detenido y trasladado a la Comisaria se dirigió hacia uno de los funcionarios que había intervenido y le espetó: ”Ya te cogeré por Ferrol o Narón, ya me enteraré de quien eres, te voy a romper la cara, te voy a dejar sin dientes y vas comer papilla”.
La escena en la terraza del bar fue de campeonato: clientes corriendo al ver un arma, policías nacionales intentando reducir a un guardia civil que acaba por los suelos ,vehículos aparcados contra los que se estrellaban los funcionarios por los empujones y para finalizar: grilletes al uniformado
Una escena que también “mancha” el nombre del Instituto Armado y al hacerlo se aplica más sanción. Por tanto, la sentencia condenatoria a 1 años de cárcel más esa sanción lleva al condenado a la vida civil. El fallo recoge una sentencia del Tribunal Constitucional en la que se señala que “la irreprochabilidad penal de quienes ejercen funciones policiales es un interés legítimo de la Administración”.

Alfonso Ojea
Licenciado en CC Información por la Universidad Complutense. Responsable de la sección de Tribunales...




