La misteriosa muerte de los peces japoneses
La Audiencia Provincial de Madrid absuelve a una mujer acusada por su expareja de dejar morir 24 carpas japonesas ‘kois’ después de separarse: la Justicia no ha conseguido demostrar la causa de la muerte de los animales
Madrid
Cuando el matrimonio decidió separarse, el hombre se marchó del chalet que compartían en la localidad madrileña de Villanueva de la Cañada y la mujer quedó a cargo de los animales domésticos: veinticuatro carpas japonesas conocidas como 'Koi' que mantenían desde hace casi dos décadas en un estaque del jardín con sistema automático de depuración del agua.
La mujer estuvo un año intentando que alguien se hiciese cargo de las carpas: lo intentó con su expareja, con el fundador de la Asociación del Koi, con el ayuntamiento de la localidad e incluso con un zoo, pero nadie accedió, en el caso del zoo por la negativa del hombre a ceder los peces. Los animales terminaron muriendo por anoxia.
Ahora la Audiencia Provincial de Madrid, en una sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER, ha decidido confirmar la absolución de la mujer, acusada por su exmarido de un delito de maltrato a animales domésticos. Asumiendo los hechos descritos como probados, ni la jueza de lo penal que dictó la primera sentencia ni las tres magistradas que han dictado la segunda encuentran pruebas de que la mujer buscase intencionadamente la muerte de los animales.
Explican los hechos probados de la sentencia que no consta probado "si la muerte de los animales se produjo porque la acusada tuvo apagado el sistema de mantenimiento del estanque para provocar su muerte, si fue su falta de diligencia para su cuidado la que provocó que se fuera deteriorando progresivamente la calidad del agua" o si, como aseguraron algunos vecinos, los "continuos cortes de suministro eléctrico en la vivienda" ocasionó este deterioro. Ante la duda, fallan las magistradas a favor de la acusada.
Se trata de una sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Madrid contra la que no cabe recurso, dictada con el visto bueno de la Fiscalía. El delito de maltrato a animales domésticos puede acarrear hasta un año de cárcel.