Internacional
Venecia

Los canales de Venecia se quedan sin agua por una excepcional marea baja

La marea es más baja de lo habitual lo que ha dejado a las góndolas varadas en barro ante la sorpresa de los visitantes

La ciudad de los canales mostró sus bajos fondos poco antes de Nochevieja

Góndolas varadas durante la marea baja que vive estos días Venecia. / MANUEL SILVESTRI REUTERS

Roma

Las lluvias, el deshielo y principalmente las mareas altas inundan Venecia generalmente en invierno. El nivel del agua del mar se elevó hasta 25 centímetros el año pasado, por ejemplo. Nada comparado con los 56 centímetros de 2008 o los 96 centímetros de 1966. Una alarma sonora de frecuencias crecientes se activa siempre con la marea alta para advertir a los venecianos de la inminente inundación de calli, campi, corti y piazze. Sin embargo, no hay alerta prevista si el fenómeno es inverso, la baja marea excepcional, que salvo en el Gran Canal deja sin agua de mar los restantes canales y rii (ríos).

Góndolas varadas en el Gran Canal de Venecia. / MANUEL SILVESTRI

Pocas horas antes de fin de año, la marea descendió 66 centímetros y Venecia ofreció una imagen insólita y sorprendente. Góndolas amarradas en el fondo de las bricole (postes) y barcazas varadas en el grueso del fango, que en tal circunstancia resulta pestilente en contacto con el aire.

"Por una vez que me decido a conocer Venecia la encuentro sin agua",  comentó un español, maldiciendo su suerte. En efecto, durante horas no hubo servicio de góndolas, ni taxis ni motonaves y los vaporetti circularon solo en algunos tramos del Gran Canal. Los visitantes tuvieron que recorrer la ciudad a pie, decepcionados, con una sensación de fraude. Venecia sin agua de mar no es lo mismo. Para el centenar de despistados que cada año experimentan el chapuzón en los canales puede resultar una diversión que se supera a nado y con una sanción de la policía municipal.

Góndolas durante la excepcional marea baja en Venecia . / MANUEL SILVESTRI

Caerse en el lodo sargazado y tener que escalar el muro de la fondamenta no es precisamente una experiencia purificadora. Los venecianos, siempre preocupados por l’acqua alta porque obliga a ir con vadeadores de pesca o circular por pasarelas, se han manifestado en esta ocasión mucho más angustiados por l’acqua bassa porque la ciudad pierde interés, no hay negocio. No hay turista que quiera pasar sus vacaciones en una ciudad llena de fango.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00