Científicos crean la primera forma de vida semisintética con genes artificiales
Esta forma de vida, creada por el Instituto de Investigación Scripps de California, destaca por sus seis bases de ADN
Madrid
Científicos del Instituto de Investigación Scripps de California han creado la primera forma de vida semisintética con dos genes completamente artificiales, estableciendo así el primer paso hacia una nueva forma de vida. El equipo, liderado por Floyd Romesberg, ha desarrollado una bacteria E. coli, considerada como la bacteria invencible, a partir de seis bases de ADN en un laboratorio.
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Mientras que el resto de seres vivos cuenta con cuatro bases de ADN (G, T, C y A), este nuevo organismo, creado gracias a la técnica CRIPR Cas-9 de edición de genes, cuenta con dos bases adicionales (X e Y) que podrían dar la posibilidad a esta bacteria de realizar funciones totalmente inéditas hasta la fecha, según cuenta The Guardian.
Un descubrimiento que abre un universo de posibilidades
Tal y como informa el estudio publicado por el grupo de científicos, el objetivo de su investigación era el de lograr que los nuevos genes fueran estables a lo largo del ciclo de vida de esta bacteria. En las primeras pruebas, la bacteria rechazaba los nuevos genes y enfermaban. Para poder solventar este problema, los investigadores desarrollaron un vehículo, el denominado transporte de nucleótidos, que no fuera tóxico para la bacteria. También se utilizaron enzimas que fueran compatibles con las que el organismo necesita para replicarse.
Tras conseguir organismos sanos, los investigadores van más allá: "Con la prácticamente ilimitada capacidad de contener una mayor información, el organismo semi-sintético optimizado nos proporciona una plataforma adecuada para crear organismos con atributos y rasgos totalmente artificiales que no se encuentran en ningún otro lugar de la naturaleza", informan Romesberg.
La llegada de los superorganismos
Pese a que estas dos nuevas bases no cuentan con ningún tipo de información que derive en características genéticas o nuevas funciones, en un futuro se podrá escribir sobre ellas la información que los investigadores crean convenientes. Es decir, podrían crear superorganismos con las características que los científicos creyeran convenientes.
A pesar de ello, Romesberg ha asegurado que estas moléculas no funcionan actualmente en todos los organismos complejos. Por lo tanto, no puede sobrevivir fuera del entorno controlado sobre el que ha sido elaborado. No obstante, el equipo ha asegurado que seguirá mejorando la técnica con la esperanza de que estas bacterias puedan producir, de cara al futuro, nuevos tipos de proteínas que podrán ser utilizadas tanto en los medicamentos como en los materiales del futuro.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...