Los últimos momentos de la colonia israelí de Amona

Jerusalem

El martes, las fuerzas del orden fueron recibidas a pedradas, con barricadas, neumáticos en fuego y cánticos de protesta. “Habéis sido reclutados para proteger a los judíos, no para expulsarlos”, clamaban los activistas y habitantes. El desalojo de la colonia tardará varios días, según responsables policiales, ya que primero hay que evacuar a los activistas y después hacer salir de forma pacífica a las familias, en las que hay muchos niños pequeños.

El ejército israelí dio el lunes 48 horas a los habitantes de Amona para que dejaran sus casas. Era el fin de años de procesos judiciales y negociaciones que se han extendido hasta hace pocas semanas.

Amona apareció en los años 90 sobre una colina de Cisjordania, en una tierra de la que varias familias palestinas tienen un título de propiedad. Creció sin ningún tipo de autorización del Estado israelí y se convirtió en un símbolo para los más acérrimos partidarios de la colonización. En total y según datos de la ONG israelí Yesh Din, un centenar de colonias judías se encuentran en esta misma situación, es decir son ilegales para el Estado israelí.

A ojos de la comunidad internacional todos los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén-Este se oponen al derecho internacional y son calificados a menudo de principal obstáculo para la paz entre israelíes y palestinos.

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Trasladados a una nueva colonia

Durante la jornada, diversos miembros del gobierno israelí han manifestado su solidaridad con los habitantes de Amona. El titular de Educación, Naftalí Bennett estimó que las familias deben ser trasladadas a “un nuevo asentamiento”, una posibilidad que fue rechazada por la justicia israelí en las últimas semanas.

Sin embargo, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha anunciado este miércoles que sí se está estudiando la posibilidad de crear un nuevo asentamiento en Cisjordania para trasladar a las familias de Amona, según informa el diario Haaretz. De ser cierto, sería la primera colonia que establece el gobierno israelí en los últimos 20 años, apunta el diario.

El gobierno israelí autoriza a menudo nuevas viviendas en asentamientos ya existentes. Por ejemplo, desde que Donald Trump asumió la presidencia estadounidense el ejecutivo israelí ha anunciado la construcción de unas 6.000 casas en diversas colonias de Cisjordania y Jerusalén-Este.

Además, para evitar que otros judíos corran la misma suerte que los colonos de Amona, el Parlamento israelí podría aprobar la semana que viene una polémica normativa que tornaría legales decenas de asentamientos de Cisjordania

El proyecto de ley fue lanzado hace algunas semanas por el partido nacionalista y defensor de las colonias Hogar Judío, que forma parte de la coalición gubernamental. Fue aprobado en primera lectura antes de que Barack Obama dejara el poder, el pasado 20 de enero, pero recibió numerosas críticas dentro y fuera de Israel y no fue sometido a las lecturas posteriores en la Cámara de Diputados. Esta semana Netanyahu pidió que los diputados siguieran examinándolo con vistas a que entre en vigor cuanto antes.

Para la oposición israelí y organizaciones que se oponen a la ocupación, esta ley asestaría “un golpe fatal para la democracia” y es contraria a los intereses nacionales. Para los responsables palestinos, todos los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén-Este sin excepción y sus más de 600.000 habitantes viven en la ilegalidad y en ningún caso el Parlamento israelí puede darles legitimidad.

El lunes, dirigentes palestinos anunciaron que enviarán a la Corte Penal Internacional de La Haya toda la información relativa a estas recientes decisiones israelíes sobre las colonias de Jerusalén-Este y Cisjordania e instaron a este organismo a abrir una investigación contra Israel por su expansión colonial.

“La apropiación y anexación ilegal de tierra palestina ocupada por parte de Israel obliga a la comunidad internacional a tomar medidas necesarias para implementar la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU”, aprobada en diciembre y que condena la colonización israelí, estimó en un comunicado Saeb Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).