Cinco consejos (de un principiante) para tu primer triatlón
Son consejos para principiantes de alguien que es muy principiante, así que os podéis esperar cualquier cosa
Seguimos en plena preparación para el Challenge de Islandia, una idea que os presentamos hace un par de semanas. Y quiero contaros mi experiencia personal en los triatlones que he hecho previamente, que son tres, todos ellos de distancia corta. Así que os voy a dar unos conceptos realmente básicos, más de intendencia personal que de nivel técnico. Cosas que me han pasado a mí y que es preferible que no os ocurran a vosotros.
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1. Hazlo todo con tiempo, aunque te parezca demasiada antelación. En Menorca el año pasado llegué una hora antes de la salida y por poco no me dejan entrar a la zona de boxes a colocar mis cosas. También hay que leerse todo bien (error mío). En el triatlón se nada, se va en bici y se corre muy rápido, pero para entrar y salir de boxes se va muy lento.
2. Si no eres un gran nadador, mejor ir en cola del grupo. La natación de un triatlón es como ir en el metro, pero sin oxígeno, salvo que seas un nadador experto (que no es mi caso), deja que salgan los demás y nada tranquilo y a tu ritmo. Perderás diez segundos pero evitarás golpes, rasguños y codazos, no es agradable salir en el centro del pelotón y sentir cómo te pasan por encima verdaderos tiburones humanos.
3. Échate protección solar (POR FAVOR). Hazlo lo primero, conforme te despiertes el domingo, si no lo irás dejando y se acabará olvidando. Dos horas al sol en tirantes y además pasando un rato en el agua pone moreno hasta a un oso polar. Moreno y rojo, se puede acabar muy agotado pero no hay nada peor que un quemazo extremo en toda la espalda. En algunas pruebas te dan muestras de crema y con eso puede valer.
4. Lleva dos de algunas cosas en la medida de lo posible. Hay cosas que tienden a olvidarse con facilidad. El gorro de la natación, los calcetines, las gafas de bucear (por lo menos a mí me ocurre), no está de más echar dos de cada por si acaso se extravía o perdemos uno de vista.
5. Este es el más absurdo y el que peor me hizo sentir cuando me ocurrió. Las zapatillas de correr déjalas con los cordones sueltos. Ese momento en el que dejas la bici emocionado con ganas de correr como un gamo, coges las zapatillas y ves que tienen un triple nudo que no se deshace ni con unas tijeras. Yo me llegué a sentar en el suelo para estar más tranquilo, me cansé más deshaciendo ese maldito nudo que en todo el triatlón, y el ridículo que hace metiéndole el diente a la zapatilla para intentar soltar el cordón. En definitiva, un desastre. Tened cuidado.