Día Mundial del Teatro
¿Tiene el teatro "una vida tan floreciente" como sostiene Isabelle Huppert en su manifiesto?
Isabelle Huppert posa en el photocall del Festival de Cannes, en el que compitió su película 'Elle'. / Yves Herman (Reuters)
Madrid
"Es gracias al teatro que existimos", dice la actriz Isabelle Huppert en el manifiesto del Día Mundial del Teatro que se celebra cada 27 de marzo. "El teatro tiene una vida tan floreciente que desafía el espacio y el tiempo; sus piezas más contemporáneas están alimentadas por el éxito de los siglos pasados. El teatro siempre renace de las cenizas, derramando sus convenciones previas en sus nuevas formas: así es cómo sigue vivo", escribe la actriz, que concluye: "Me gustaría sugerir que las personas que nos gobiernan tengan en cuenta los beneficios inimaginables del teatro. El teatro representa el diálogo y la ausencia del odio y creo en la amistad entre los espectadores y actores". Hablamos con profesionales de las artes escénicas sobre si, como sostiene la actriz francesa, el teatro tiene, en estos momentos, una vida tan "floreciente".
Teatro Pavón Kamikaze. La SER conversa con el equipo de la obra 'El amante', de Harold Pinter, que se representa hasta el 2 de abril en el ambigú del teatro. Nacho Aldeguer, músico y actor, debuta en la dirección. El actor Álex García, con un pequeño papel en el montaje, se estrena como productor. A su lado, los actores Alicia Rubio y Daniel Pérez Prada, protagonistas de la obra. Hablamos de teatro y del momento actual.
Teatro Pavón Kamikaze/ 'El amante', de Harold Pinter
Daniel Pérez Prada, actor. "Todo el mundo se excita con el teatro, el teatro es excitante. Yo siempre pienso que es una lástima pensar en el teatro casi como un oficio, siempre que hablo de teatro, siempre digo que todo el mundo debería probarlo, desde pequeño, en las escuelas. Creo que todo el mundo debería dejar de ver el teatro como una entrada que pagar, como una butaca que ocupar o como un sitio al que acudir y creo que debería experimentarlo"
Nacho Aldeguer, director. "(Cuando veo teatro) He aprendido, en vez de zambullirme de nuevo en mi vida, a quedarme pensando un rato: Vale, por qué esta gente ha hecho esto, por qué han decidido hacerlo así. Y creo que he crecido mucho personalmente gracias a aprender a ser mejor espectador de teatro".
Alicia Rubio, actriz. "La gente está pluriempleada porque con una cosa es imposible. Yo aquí tengo siete funciones y, ¿qué hago?, ¿no hago nada más en mi vida? Es imposible, tengo que hacer más cosas. Los dirigentes tienen que apoyar el teatro, no solo económicamente, sino dando facilidades y, sobre todo, bajar el IVA, que es matador"
Álex García, actor y productor. "He descubierto que levantar una función es un milagro y creo que somos muy cínicos en la profesión con nosotros mismos. Creo que somos muy duros y ahora valoro a todos los productores de este país y hablaría de ellos en este Día Mundial del Teatro: de Jesús Cimarro, de Constrictor, de Fran Perea, de los Luchana, de Nave 73, de todos estos teatros que son un milagro, que requieren de un compromiso absoluto. Los actores no lo valoramos. A ti te ofrecen una serie o una película, y el teatro es lo último siempre y no sé por qué".
"Como productor me he encontrado con un montón de problemas que no conocía, por supuesto: desde conseguir un lugar donde hacerlo, que nadie confíe en ti, tener que ajustar fechas con los actores, fechas con todo el equipo técnico... Es muy duro descubrir cómo eso te estalla en la cara y cómo le ocurre eso a todo el mundo. Ahora hablo de productores a los que yo he criticado y digo, mira este por lo menos paga y este por lo menos te respeta las fechas. Parece que en este país cada uno sólo hace una cosa bien"
"Qué putos mentirosos somos con el teatro y con las relaciones entre los profesionales: nos acribillamos, somos súper injustos. Si vieran unidad en nuestro gremio nos tomarían más en serio, pero cuando alguien destaca le cortamos la cabeza".
"En estos últimos meses, cada vez que oigo que le meten caña a alguien bajo la cabeza, ¿sabes? De tristeza. Y ya estoy empezando a decir: que no coño, no, no, probablemente se haya dejado el alma".
Actores de La Joven Compañía
Calle Antonio López, 58, Madrid. Sede de La Joven Compañía. Hoy lunes presentan su nuevo espectáculo, 'La edad de la Ira', basada en la novela homónima de Fernando J. López. Se trata de una historia de adolescentes contada por actores de entre 18 y 26 años, un montaje acerca de la amistad, el valor de lo colectivo y el de ser uno mismo, y de esa confusión inherente a la adolescencia que coincide con un momento actual de confusión de la sociedad adulta. Presentando 'La edad de la ira', el docente y director del proyecto David Peralto, acompañado del director de escena José Luis Arellano y del novelista y dramaturgo Fernando J. López. Hablamos de las carencias y querencias del teatro un día como hoy.
José Luis Arellano, director. "Tengo una sensación mayor de desunión ahora que cuando yo empecé. Creo que hay una desunión forzada, un intento por salvar los platos cada uno desde su sitio. Si tuviésemos todos la capacidad de aunar fuerzas y salvar un plato único sería más importante y más interesante".
"Estamos en un momento de confusión, no hemos tenido un periodo de autocrítica, de ver qué cosas no estamos haciendo bien, por qué de repente dejamos que desaparezcan espacios tanto públicos como privados o se vayan convirtiendo en otras cosas; por qué existe esa gran desafección entre el público madrileño y nosotros y por qué seguimos viendo vacías muchas salas. Creo que necesitamos un periodo de reflexión y de autocrítica".
David Peralto, docente y director. "Creo que se ha perdido mucha capacidad de liderazgo desde los creadores, en la profesión. Y, además, como consecuencia de la corrupción de la última década, hay una excesiva reglamentación y un excesivo peso de la gestión en el mundo teatral. Los creadores se encuentran limitados por una normativa enrevesada que bloquea muchas veces el proceso artístico. Y tenemos que recordar que el oficio de gestor tiene que consistir en crear espacios de paz y de silencio donde el creador pueda construir un proyecto. Estamos en un momento muy complicado no tanto de división, sino que estamos atrapados en una maraña burocrática imposible y que tenemos que simplificar".
Fernando J. López, novelista y dramaturgo. "Desde la docencia y la dramaturgia, estamos no solo en un momento de creatividad, sino también de búsqueda y de encuentro de equipos y de personas, la prueba es este proyecto. Hay ganas de contar, ganas de contarnos y de mirarnos más entre nosotros, de recuperar al público, y de que el teatro esté cada vez más vivo".
