La Audiencia de Vitoria absuelve a once acusados de traficar con drogas tras anular los pinchazos telefónicos
Los jueces entienden que los investigadores intervinieron las llamadas de varios de ellos sin indicios suficientes y que el resto de pruebas deben ser anuladas: sólo condena a uno cuya plantación de marihuana fue encontrada "por casualidad"
Madrid
Lo que en un primer momento era una gran operación contra una organización que traficaba con drogas en Vitoria se ha transformado en una absolución general. La Audiencia Provincial de Vitoria ha decidido absolver a once acusados de vender marihuana, hachís, cocaína y ketamina en la ciudad por entender que los pinchazos telefónicos en los que se basó la investigación fueron ordenados y obtenidos sin pruebas suficientes.
La investigación se desarrolló a lo largo de 2012, y entre detenciones y registros los agentes intervinieron más de 60.000 euros en drogas que los acusados, aseguraban entonces, distribuían por la provincia, por ejemplo, desde un lavadero de coches. Hubo doce detenidos y fueron registrados una decena de inmuebles.
Ahora es la Audiencia Provincial la que estima los argumentos de los abogados y entiende que las diversas tandas de escuchas telefónicas ordenadas por un juzado fueron avaladas sin pruebas suficientes. Una de ellas, por ejemplo, se ejecutó con una "absoluta carencia de oferta indiciaria", y en otras se habla de "pocos indicios" que justificasen una intervención de las comunicaciones. Fueron las escuchas las que permitieron tirar del hilo y dar con todos los acusados, y por tanto la nulidad se extiende al resto de pruebas, negando incluso la validez de la declaración de los agentes en el juicio.
La sentencia sólo salva una de las acusaciones, contra uno de los acusados cuya plantación de marihuana fue encontrada por casualidad: agentes de la Policía Local acudieron a una nave industrial alertados por una fuga de agua. Una vez allí advirtieron un "fuerte olor a marihuana" y encontraron una plantación de más de 460 plantas con un valor estimado de casi 250.000 euros. Es condenado a cuatro años de cárcel y multa de 102.000 euros, además de otra multa de más de 3.200 euros: robaba el agua del dispositivo anti incendios de una gasolinera cercana.
Ordena la destrucción de la droga
La Fiscalía pedía para ellos condenas de entre tres y ocho años de cárcel, pena que hubiese supuesto su entrada en prisión: tres de ellos pasaron varios meses en prisión provisional. Se trata de una sentencia recurrible ante el Tribunal Supremo.
La conexión entre la droga incautada y los ahora absueltos no queda probada según la sentencia, aunque sí ordena en su parte dispositiva que la droga sea destruida.