Una directora de instituto, forzada a dimitir por un artículo de sus estudiantes

Madrid

Seis estudiantes de secundaria han provocado la dimisión de la nueva directora del Pittsburg High School (California), Amy Robertson, gracias a un reportaje de investigación, publicado en el periódico escolar. Con el objetivo de informar de la llegada de la nueva directora al centro, los seis jóvenes decidieron investigar el pasado de Robertson: "Queríamos asegurarnos de que la nueva directora estaba cualificada", explica la editora del periódico escolar Trina Paul.

El equipo comenzó su artículo analizando el currículum de Robertson. En él, la nueva directora aseguraba que había cursado un postgrado y el posterior doctorado en la Corllins University y que, además, contaba con una amplia experiencia como directora ejecutiva de una consultoría de educación en Dubái. Tras investigar sobre la Corllins University, los jóvenes descubrieron una gran cantidad de reseñas negativas sobre el centro.

Un postgrado de una universidad no reconocida por el Departamento de Educación

Por esa misma razón, los estudiantes acudieron al Departamento de Educación de Estados Unidos para comprobar la validez del postgrado de Robertson en la Corllins University. Fue entonces cuando descubrieron que esta universidad no está reconocida por el Departamento de Educación.

Los estudiantes trataron de ponerse en contacto con la Corllins University a través de un correo electrónico. No obstante, los jóvenes no recibieron ninguna respuesta en la que se aclarara la titulación de su nueva directora. En lo que respecta a su experiencia como directora ejecutiva de una consultoría de educación en Dubái, los estudiantes descubrieron que el Gobierno de los Emiratos Árabes suspendió la licencia a la escuela en la que trabajó Robertson tras varios años de malos resultados.

El superintendente les animó a seguir con la investigación

Tras descubrir que los datos no cuadraban, el superintendente de la escuela, Destry Brown, animó al grupo de seis estudiantes a que continuaran su investigación. Varios días más tarde acudieron a la directora para preguntarle sobre su experiencia, quien comenzó a ofrecer datos inconsistentes, lo que provocó su caída.

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Robertson se vio obligada a renunciar a su puesto como directora del centro, por el que iba a percibir 90.000 dólares al año, (más de 87.000 euros) tras ser incapaz de hacer frente a los datos publicados.