La quiebra de Eurobank se salda con dos condenados y el expresidente fugado
Casi quince años de la quiebra y cierre de Eurobank, la Audiencia Nacional condena a dos de los trece acusados: el considerado como principal responsable, el expresidente de la entidad, está en paradero desconocido desde hace dos años
Varios afectados por la crisis de Eurobank se concentraron en 2003 ante el templo de la Sagrada Familia en Barcelona para protestar por la situación en que se encontraban / Julián Martín (EFE)
Madrid
El 'caso Eurobank' estallaba hace casi quince años, y ahora ha sido la Audiencia Nacional la que ha absuelto a once de los trece acusados de la quiebra y ha dejado sin juzgar al expresidente de la entidad, en paradero desconocido desde hace dos años.
La sección segunda de lo penal ha decidido condenar a María Vaqué y a Manuel Vicente Fernández como artífices del desastre, junto con un Eduardo de Pascual al que la sala hace máximo responsable pero que al mismo tiempo se encuentra en paradero desconocido. Vaqué es condenada a dos años y tres meses de prisión y Fernández a un año y un mes, además de tener que indemnizar a los accionistas afectados con casi nueve millones y medio de euros.
La historia del desastre de Eurobank del Mediterráneo se remonta a 2003, cuando el Banco de España decidió intervenir la entidad después de que el entonces presidente y hoy fugado De Pascual anunciase que iba a liquidar la empresa. Lo que no sabía el supervisor bancario era que, por detrás, De Pascual y sus socios habían construido en los últimos años un ovillo de sociedades y mutuas con el que vaciaron la entidad y desviaron el dinero.
Los jueces consideran probado que Vaqué y Fernández ayudaron al fugado Eduardo de Pascual a conseguir su propósito, y que además de ser condenados deben indemnizar a los accionistas afectados, pero no piensan lo mismo de las otras once personas que se sentaron en el banquillo: les absuelve por entender que, en su caso, por ejemplo la compra o venta de acciones no puede considerarse como parte del plan de De Pascual.
Los jueces también imponen penas inferiores a los dos condenados teniendo en cuenta las dilaciones judiciales de un proceso que ha pasado por manos de tres jueces y ha culminado con una sentencia más de una década más tarde de su apertura: algunos imputados tardaron siete años en ser citados.
