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Educación

Navegar antes que hablar

El acceso a las nuevas tecnologías, a edades cada vez más tempranas, plantea tantos riesgos como oportunidades

El Parlamento Europeo considera prioritaria la formación de los menores para que aprendan a detectar las amenazas

Niños norcoreanos utilizan un ordenador en el centro de ciencia y tecnología de Piongyang (Corea del Norte). / HOW HWEE YOUNG EFE

Madrid

"En unos años la edad de utilización de Internet será la edad 0". Quien lo dice es el presidente de la Fundación Ayuda contra la Drogadicción, Ignacio Calderón, que junto a Google ha puesto en marcha un proyecto internacional para enseñar a los más jóvenes a reconocer los riesgos que aparecen cada vez que entran en la red. Según datos del Parlamento Europeo los niños de la Unión pasan 40 horas semanales frente a la televisión y están conectados a Internet 88 minutos al día. De hecho, los aparatos tecnológicos son ahora los principales compañeros de los menores, a menudo aún más que la familia. De hecho, el 49 % de los jóvenes usuarios reconocen que suelen navegar desde la soledad de su propia habitación y los padres admiten estar al margen de la vida virtual de sus hijos.

Violación de datos personales, dependencia, relaciones sociales falseadas, acoso… Son solo algunos de los riesgos a los que se enfrentan los menores cada vez que entran en Internet. En varios informes, el Parlamento Europeo ha reconocido la necesidad de incentivar la educación mediática y competencia digital en los colegios. Así lo defiende Luis de Grandes, diputado del grupo popular en Bruselas. "Antes de que se produzcan perversiones en su uso, adicciones innecesarias, antes de que ocurra todo eso, es necesario que desde el mundo educativo se plantee como una asignatura urgente ya". En uno de sus informes, las instituciones comunitarias reconocen la necesidad de que los estados miembros incentiven la formación en el uso práctico y crítico de las tecnologías digitales. La formación permite a los jóvenes dominar competencias digitales, reconocidas entre las ocho "competencias fundamentales" indispensables para quienes viven en una sociedad basada en el conocimiento.

Controlar las nuevas tecnologías, para que ellas no te controlen a ti. Ese es el objetivo del programa Conectados, un juego en línea con el que se pretende que los menores reconozcan los riesgos que se pueden encontrar cuando navegan por la red. La iniciativa puesta en marcha por la FAD se ha exportado a otros países de la Unión con la ayuda de Google. Lo explica el presidente de la fundación, Ignacio Calderón. "Un juego para provocar la reflexión y generar una línea de análisis sobre cuestiones tan importantes como la privacidad y la seguridad, los buenos usos y la veracidad de las fuentes en Internet". La propuesta ha contado con la participación de 12.000 alumnos. El juego consiste en que los menores vayan superando una serie de preguntas para que la máquina, que en principio tiene aspecto de robot, se convierta en un humano. Desde la FAD insisten en la necesidad de educar para prevenir. Y en hacerlo cuanto antes mejor.

"En Internet está y va a estar todo y seguramente sin tardar mucho tiempo la edad de uso será la edad 0", "por eso nosotros entendemos que hay que darles esa determinada preparación para que haya una reducción del posible daño como consecuencia de un mal uso", asegura Calderón. Luis de Grandes, patrocinador del juego, asegura que a nivel del Parlamento Europeo "se harán recomendaciones con independencia de que luego pudiera haber una regulación europea o nacional". "En cualquier caso hay alto interés de que este asunto no quede sin más. El juego ha servido de aldabonazo a las conciencias para saber que la preocupación existe, que los aspectos positivos están ahí y hay que empezar a moverlo", concluye.

Bruselas también destaca la importancia de que la industria mejore en el etiquetado de los contenidos no recomendados e ilícitos. "La respuesta a los retos que plantean las redes debe ser conjunta: familia, escuela, políticos e industria", asegura. Antonio Vargas, mánager de políticas públicas de Google dice que en su compañía se trabaja en programas de formación y prevención. Como ejemplo cita los "controles parentales en YouTube o las búsquedas para que salgan resultados aptos para toda la familia en el buscador, o en Android para que solo puedan descargarse aplicaciones óptimas o el caso de YouTube Kids desde el que solo se pueden acceder a contenidos apropiados para edades tempranas". Según Vargas los retos que plantea Internet no deben afrontarse con prohibiciones. "No creo que esa sea la mejor pedagogía, el limitar el acceso a los dispositivos no es lo mejor. Lo adecuado es que los padres gestionen el aprendizaje de un uso responsable de las tecnologías en sus hijos y no esperar a que lo aprendan en otros lugares".

 
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