Escenario de pesadilla en Francia

Madrid

Thomas Gomart es el director del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, y junto a Jacques Delpla, consejero de Fixed Income PNB-PARIBAS plantean un escenario poco convencional para una primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas donde el modelo político tradicional está exhausto y donde se abren una serie de opciones que llevarían a Francia a un escenario de pesadilla política, social y económica.

En un coloquio organizado por el Real Instituto Elcano y la Fundación Botín en Madrid, Gomart habla de una situación muy grave para Francia, pero también para España. Con una derecha francesa totalmente desacreditada por los casos de corrupción, con un candidato -Fillon- corrupto y mostrando una cara totalmente diferente a la que predicaba, no parece contar con suficientes apoyos más allá de la bolsa de votantes tradicionales de la derecha que no se mueven de sus posiciones.

Un escenario posible tras esta primera vuelta enfrentaría a Mélenchon, el candidato de la extrema izquierda, con Le Pen, la candidata de la extrema derecha. Ambos plantean un futurible para Francia, fuera de la Unión Europea, fuera de la OTAN y de la instituciones, volviendo a las políticas proteccionistas.

Mélenchon es la sorpresa de las últimas semanas. Es un político con un buen discurso, inteligente y divertido. Como la extrema izquierda española, dice Gomart, sabe usar los medios de comunicación, tiene un gran sentido del humor y elabora buenos titulares en sus discursos. Tiene una forma de hablar, un mensaje que llega y que se ha visto en políticos antes que él como Mitterrand o la propia Le Pen. Tiene un buen manejo de las redes sociales y llega a la gente descorazonada por la corrupción.

En Francia, tal y como señala Delpla, hay gente muy seria, conservadora, que va a votar a Melenchon que ha pasado de tener un 8% de intención de voto al inicio de la campaña a un 20% al día de hoy. Eso le hace un candidato muy a tener en cuenta para pasar a la segunda vuelta.

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Según Francois Musseau, corresponsal de Libération y Le Point en España, hay tres explicaciones a este fenómeno. Una crisis económica que en Francia no ha pasado, que ha sido profunda y lleva a la crisis moral y social que viven ahora, sumado a la crisis institucional. El poder presidencial se ha degradado y se podría hablar de elecciones con casi 8 vueltas. Estas primarias están rompiendo el sistema presidencial. Primarias desastrosas para los partidos tradicionales sin salidas políticas para la crisis actual.

Existe según Musseau, una desconexión cada vez mayor de la sociedad civil francesa con su clase política y ahora se produce la primera manifestación real de la revolución digital en la política, que conduce a una situación muy preocupante. El periodista no cree que una victoria de las extremas, vaya a llevar a una ruptura inmediata y definitiva de las instituciones europeas o internacionales. El investigador principal del Real Instituto Elcano, Miguel Otero por su parte dice que en Francia se vive un momento histórico fascinante, con la europeización de las opiniones públicas europeas, y como muestra de ello señala que nunca ha habido tanto interés por unas elecciones en Francia y eso es porque la política europea es cada vez más política interior.

La caída del antiguo régimen del mercado liberal se debe a la crisis global del 2008. Las crisis sociales vienen mucho más tarde que las crisis económicas. Estamos en un periodo de transición, porque el viejo sistema no quiere morir, y el nuevo no puede nacer. Ideológicamente, dice el investigador, no tenemos respuesta a este nuevo mundo, donde hay demasiada tecnocracia y poca política. La clase política se ha dejado llevar por los tecnócratas, dejan que ellos marquen el ritmo político. Y cuando hay un vacío político es cuando entran los populistas.

Un panorama de pesadilla que tiene un 25% de posibilidades de hacerse realidad.