Así murieron ahogadas 268 personas, entre la descoordinación de Italia y Malta

Roma

Ocurrió el 11 de octubre de 2013, ocho días después del gran naufragio de Lampedusa en el que murieron 368 personas y una semana antes de que Italia pusiera en marcha la operación Mare Nostrum, con la que rescató en un año a unas 166.000 personas. La descoordinación entre las autoridades italianas y maltesas provocó que murieran ahogados 268 personas, 60 de ellos niños, pese a que los refugiados se habían puesto en contacto en varias ocasiones con los servicios de emergencia. Las grabaciones las recoge el semanario italiano L’Espresso:

• A las 12:26 de la mañana se produce la primera llamada al centro de coordinación de la Guardia Costera italiana. Al aparato, un traficante asegura que está dentro de una embarcación, con dirección a la isla de Lampedusa. Minutos más tarde, un refugiado sirio asegura que hay a bordo 300 personas y cerca de un centenar son niños. El hombre, que se identifica como Mohamed Jammo, añade que está empezando a entrar agua en el bote. Da las coordenadas y se corta la llamada.
• A las 13:05, Roma manda un fax a La Valeta informando de la llamada, aunque sin especificar que la embarcación está atravesando por problemas. Los refugiados están a 113 kilómetros de Lampedusa y a 218 de Malta, pero legalmente se trata de aguas jurisdiccionales maltesas.
• A las 13:17, el refugiado sirio vuelve a llamar pidiendo ayuda, aunque otro interlocutor le responde que deben ponerse en contacto con las autoridades maltesas. Media hora más tarde, Jammo asegura que han hablado con Malta, pero que estos les responden que los barcos italianos están más cerca. “Estamos muriendo”, dice desesperado.
• A las 14:34 Malta replica que el fax recibido está incompleto. Ambos estados no terminan de ponerse de acuerdo en el operativo. Un barco militar italiano está en la zona, pero pasa horas sin recibir órdenes. A las 16:44, se produce una conversación surrealista en la que la coordinación italiana no reconoce por sus siglas a sus naves.
• A las 15:37 se produce la última llamada de Mohamed Jammo. “Somos los sirios, nos estamos hundiendo, estamos a 70 millas de Lampedusa, hagan algo”, dice.
• A las 17:07, los servicios de emergencia malteses se ponen en contacto con los italianos, reprochándoles que su barco de guerra aún no haya llegado. Un helicóptero maltés ha avistado hace más de una hora la embarcación, pero no puede hacer nada. “¿Se trata del mismo barco?”, preguntan desde Roma.

En la única embarcación que ha estado horas a la deriva terminan muriendo ahogadas 268 personas. En aquel momento ningún país europeo estaba preparado para hacer frente a la crisis migratoria que se les vendría encima. El dispositivo europeo Tritón sustituyó en 2014 a la misión Mare Nostrum, aunque lo hizo con menos fondos y un número inferior de medios a los que ponía a disposición solamente Italia. Desde entonces, más de 13.000 personas han muerto intentando atravesar esa ruta que une Libia con el Viejo Continente.

Como respuesta a una crisis que no cesa, ahora una decena de ONG vigilan las aguas del Mediterráneo central, junto a las unidades de Frontex y a una misión europea para atrapar a los traficantes. Varios fiscales italianos han abierto investigaciones contra las organizaciones humanitarias, de las que sospechan que están en contacto con los contrabandistas para rescatar a los migrantes apenas lleguen a aguas internacionales. Los acusan de provocar un efecto llamada.

Las ONG responden que sin ellos morirían aún más personas y que las críticas que reciben, alentadas por partidos como el Movimiento 5 Estrellas o la Liga Norte, son las mismas que se producían en 2014, cuando querían que Italia dejara de aportar tantos fondos en el salvamento de personas en el mar.