Las tres lesiones típicas del triatleta amateur
Con la ayuda de Dani Rodríguez, entrenador de Personal Running, conocemos las lesiones que debemos prevenir a la hora de entrenar
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Natación, bicicleta y carrera a pie. Esos entrenamientos en un cuerpo poco habituado al entrenamiento y sin una base clara, pueden ser peligrosos, porque cada uno de ellos tiene lesiones y dolores tan habituales que se pueden llegar a cronificar haciendo que sea imposible entrenar. Pero si hay tres lesiones que se repiten con asiduidad son estas:
<p>Prueba de esfuerzo, nutricionista, entrenamientos, repasa los vídeos para conocer la preparación de una carrera de este tipo</p>
1. Síndrome de la cintilla iliotibial. También conocido como rodilla de corredor. El dolor aparece en la rodilla, pero la lesión se centra en el tensor de la fascia lata, un músculo que recorre el muslo y se inserta en la tibia. Aparece poco a poco y termina siendo incapacitante para el corredor. Se cura con reposo y analizando las causas posibles para ponerle remedio, las plantillas correctoras suelen ayudar.
2. Fascitis plantar. Otro gran clásico del corredo popular. Ese dolocito en la planta del pie que empieza molestando y termina no dejando andar. Hay que estirar bien, estudiar la pisada y hacer reposo una vez que aparece.
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3. Problemas con los manguitos rotadores del hombro. El mal más habitual de los nadadores, una molestia en el hombro que termina por no dejar ni sacar el brazo del agua. Es conveniente calentar bien y no cargar demasiado los brazos con trabajo de palas en la piscina. También hay que tener cuidado con el neopreno, pues la resistencia es mayor y el hombro se puede resentir.