Torera contra macho en la Camarga francesa
Duelo entre el candidato del Frente Nacional y la del partido de Macron
Nimes
La Camarga francesa es una tierra bella y salvaje con sol, mar, caballos y toros. También es uno de los bastiones de la extrema derecha francesa. En el departamento del Gard (sur de Francia) el paro es del 17%, mucho más alto que la media nacional, y el de los jóvenes llega al 40%. Las infraestructuras son deficientes. El temor hacia los musulmanes se explica por la cercanía a Lunel (a 30 kilómetros de Nimes) uno de los viveros del yihadismo francés.
Por todas estas razones, el abogado Gilbert Collard (69 años) pensaba que su reelección por el Frente Nacional (FN) sería un paseo. Hasta que llegó Marie Sara, de 52 años, exrejoneadora, torera a caballo, como se la conoce en Francia. Fue el presidente Emmanuel Macron, personalmente, quien le pidió si quería representar a su región por el partido La République en Marche (LREM), cuenta a la Cadena SER mientras visita la emblemática feria de Nimes. “Buscaba a alguien que encarnara la región, las tradiciones, que procediera de la sociedad civil y mujer. Y a ser posible un poco conocida, porque Collard es un político a quien le gusta el show”.
Sara aceptó el reto. Pese a que es totalmente novata en política se considera “capaz” porque cree más fácil aprender a elaborar enmiendas o propuestas legislativas que “escuchar y comprometerse con los problemas de la gente” y tiene “cinco años para demostrarlo”. No busca la reelección, lo suyo es “una misión, ayudar a barrer al único diputado que tiene la extrema derecha, sería todo un símbolo”. Así podríamos “devolver a esta región la luz, que nadie más vuelva a identificarla con los fachas franceses”.
En efecto, tras la retirada de la sobrina de Le Pen, Marion-Marechal Le Pen, Collard es el único diputado de extrema de derecha que queda de la legislatura pasada. Le visitamos unas horas antes en Gallician, un pueblito de un millar de almas en la misma región, no habla del programa del FN. Ya nadie sabe cuál es el objetivo de Le Pen y sus tropas, pues si algo quedó demostrado en las presidenciales es que los franceses no quieren un frexit.
Delante de la treintena de personas, Collard se queja de los inmigrantes que “invaden Francia” (varios de los presentes son hijos de inmigrantes españoles como Cadena SER comprobará después) y “traen la inseguridad” y nos quitan el empleo. También del “vino español”. “No tiene las mismas reglas fitosanitarias ni las mismas constricciones de producción y luego se vende bajo marca francesa…”, dice indignado. Lo que calla Collard es que son los “negociantes” franceses los que lo importan y luego lo venden mucho más caro con etiqueta y nombre francés.
Collard saca su estilo macho con una mujer que ha lidiado un millar de toros y la tilda de “cobarde, no tiene cojones (en español) para debatir en público conmigo”. Marie Sara se ríe de eso, claro. “Si lo repite en cada lugar, dice que no tengo cojones, lo dice español, para una persona del FN que rechaza a los extranjeros por lo menos que lo diga en francés, no tengo couilles, pero sí testosterona”, agrega.
Sara es novicia en política, pero se toma muy en serio su labor, la de seguir recorriendo pueblos para escuchar los problemas de la gente: la falta de liceos por lo que las familias tienen que recorrer kilómetros o meter internos a sus hijos en otras ciudades; la escasez de formación profesional que hace que sus jóvenes tengan enormes dificultades para encontrar empleo o aprender un oficio; el inexorable avance del mar en el litoral debido a la erosión y el calentamiento climático.
Entre las propuestas que lleva Sara es la de proteger el litoral con un programa en el que se entremezclen ecología, cultura y economía. Collard, que antes de ser extrema derecha se presentaba como “radical de izquierdas,” empezó burlándose en las redes sociales de la inexperiencia de Sara. Si las encuestas aciertan, la risa se le va a congelar el próximo domingo 18, cuando la torera Sara consiga dar la vuelta al ruedo.