La salida al mercado de la última línea de peluches de la marca Playmobil ha traido polémica al ser tachada de machista. La colección cuenta con diversos personajes históricos que recorren diferentes etapas de la historia caracterizados por oficios, todos ellos orientados al sexo masculino. Para su elaboración, el fabricante se documentó a través de libros informativos sobre cada celebridad. El gobierno valenciano ha sido el primero en alzar la voz y acusar a la empresa de fomentar los estereotipos sexistas. Mónica Oltra, directora de la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas, fue la que impulsó la denuncia, encauzada a través de la dirección General del Instituto Valenciano de las Mujeres. La directora se basa en la ley 9/2003 de la Generalitat Valenciana donde se establece que los poderes públicos deberán adoptar aquellas medidas que consideren apropiadas con el objetivo de modificar los patrones socioculturales de conducta en función del género, teniendo como objetivo la eliminación de los prejuicios, así como los usos y costumbres de cualquier índole que estén basados en la idea de inferioridad o estereotipos entre mujeres y hombres. La queja nació a raíz de dos denuncias de particulares, y tras esto, Oltra envió un escrito a la empresa pidiendo la rectificación de los personajes de la colección y demandando la creación de algún personaje femenino. El principal motivo que se reivindica y por el que se ha creado la polémica es por transmitir al público infantil un mensaje machista, dando a entender que los principales logros de la humanidad fueron conseguidos únicamente por hombres. Todo este proceso ha culminado con la apertura de una propuesta en la conocida plataforma Change.org, donde se solicita la creación de una línea con el mismo número de peluches pero con personajes femeninos.