¿Qué debo hacer para que mi perro no sufra con los petardos en San Juan?

Madrid

Para muchas personas, la noche de San Juan es una de las más mágicas del año. Una noche en la que el fuego y los petardos se convierten en uno de los principales alicientes de esta fiesta de origen pagano en la que se celebra la llegada de verano. No obstante, un amplio grupo no celebrará esta fiesta puesto que, para ellos, es uno de los peores días del año.

Hablamos sobre los perros. Según la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), la noche de San Juan es "la peor noche del año" para las mascotas debido al ruido que genera esta fiesta. De hecho, se trata de uno de los días del año en el que se escapan y pierden más perros.

¿Por qué se asustan?

Pese a que no todos los perros se asustan con el ruido de los petardos o de los fuegos artificiales, cada vez son más las personas que acuden a las clínicas veterinarias para llevar a cabo terapias de desensibilización a las mascotas para que se adapten a estos ruidos.

Los perros se asustan por una cuestión de sensibilidad del oído. Mientras que un sonido que pase de los 20.000 Hz es inaudible para los humanos, los perros pueden oír hasta 60.000 Hz. Por lo tanto, el ruido que perciben con los petardos no es comparable al que nosotros escuchamos. Otro de los factores que produce el miedo en los canes es su sistema de percepción.

El sistema de percepción de los perros

El sistema de percepción de los perros se basa en la asociación. Por lo tanto, cada vez que el animal perciba un ruido muy elevado e inesperado, este lo asociará a un posible peligro. El proceso de generación del miedo, tal y como asegura el FAADA, es el siguiente: Tras escuchar el primer petardo, el animal se altera, lo que provoca el aumento de su adrenalina en sangre, los niveles de dopamina, noradrenalina, cortisol y otras hormonas que preparan para la acción.

Tras el segundo petardo, el perro, ya estresado por la priemra explosión, reacciona mucho más ante el peligro puesto que el organismo ya está activado. Por lo tanto, el nivel de estrés va aumentando cada vez que explota un petardo.

Qué hacer para relajar a tu perro

Si tienes un perro, y quieres que se relaje durante este noche, puedes llevar a la práctica los siguientes consejos. En primer lugar, es recomendable cerrar las ventanas y las persianas. Gracias a ello, evitarás que los animales traten de escaparse o saltar por la ventana. También puedes intentar camuflar el vídeo, ya sea con música o dejando la cama del perro en la zona menos ruidosa de la vivienda.

Otro de los consejos que puedes llevar a cabo es crear un refugio en torno al sitio escogido por el perro en caso de peligro. Por norma general, los perros escogen una zona concreta de la casa para esconderse cuando en situaciones de peligro. Por lo tanto, adapta ese rincón de la casa para que tenga todo aquello que necesita a mano. No olvides dejar las puertas abiertas para que el perro pueda pasear libremente por casa.

Por último, actua con normalidad. Si el perro considera que estás nervioso o que estás haciendo cosas que por norma general no haces, sabrá que algo no va bien, lo que le inquietará todavía más. Por esa misma razón, se considera fundamental intentar normalizar la situación y, en caso de que sea posible, jugar con el o mostrarle tu cariño para que detecte que todo está bien.

Así sufren los perros cuando explotan los petardos

Ansiedad, taquicardia, miedo descontrolado e incluso la muerte en algunos casos. El ruido de los petardos puede generar cada uno de esto estados y, tal y como afirma el neurobiólogo Gregory Berns, un tipo de miedo desconocido por el ser humano: "la capacidad de racionalizar su ansiedad puede provocar que los animales sufran una forma más cruda e intensa de terror".

De hecho, un estudio de la Universidad de Oslo señala que los petardos y los fuegos artificiales son los principales causantes del terror en los perros. Tras estos ruidos se encuentran otros como el sonido de los truenos o el ruido del tráfico. Por lo tanto, es importante cuidar a tu compañero durante esta noche de San Juan para evitar que sufra y para que pueda dormir plácidamente, como si de otra noche más se tratara.