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Alejandro Sanz, un concierto para la historia

El de Moratalaz cerró anoche el Vicente Calderón en un concierto lleno de resonancias míticas que congregó a más de 50.000 asistentes

El músico Alejandro Sanz durante el concierto ofrecido esta noche en el estadio Vicente Calderón, en Madrid. / Luca Piergiovanni EFE

Madrid

Si alguien sabe de récords ese es Alejandro Sanz. El de Moratalaz fue uno de los primeros artistas españoles en colgar el cartel de 'completo' en un templo de resonancias tan legendarias como el Vicente Calderón. Y uno de los pocos que consiguió volver a repetir la gesta, cuando en febrero selló la venta de 50.000 entradas en apenas media hora para el concierto celebrado anoche. Precisamente el último en el estadio atlético antes de su derrumbe. La cosa iba de hacer historia, e historia es justamente lo que se celebró en el concierto de ayer, un homenaje por el veinte aniversario del disco más exitoso de su carrera: 'Más'. Para más inri, el más vendido de los registros musicales de nuestro país con más de dos millones de copias y otras cinco a nivel mundial (ahí va otro récord).

La épica se respiraba desde las primeras horas del sábado. Con 'fams' de Alejandro Sanz llegados desde diferentes puntos de España (e incluso del otro lado del charco) revoloteando por el centro de Madrid con sus camisetas negras grabadas con mensajes de merchandising del concierto: 'Más es Más'. Los vestidos de negro se multiplicaron al caer la tarde. En su mayoría forofas femeninas, muchas con edad de haber comenzado a disfrutar la música de Sanz en álbumes con reverso y cara B y otras tantas adeptas de Spotify. Las virtudes de un cantante intergeneracional, que a pesar de no tener la mejor voz del panorama musical, ha sabido mantenerse en la cuerda del estrellato y seguir acumulando éxitos en las listas del pop nacional e internacional.

Alejandro Sanz durante el concierto ofrecido en el estadio Vicente Calderón. / Luca Piergiovanni

Las expectativas eran tales, Alejandro Sanz hablaba de un concierto "único e irrepetible", que el público ya estaba entregado y rendido a los pies del cantante horas antes de los primeros compases. Incluso los vídeos promocionales despertaban los cánticos de la grada. Pero, como una novia que se hace esperar ante el altar, y trajeado no de blanco sino de negro, el cantante no apareció ante sus fieles hasta 45 minutos después del inicio previsto del concierto. Una circunstancia que los 50.000 allí congregados le afearon con pitadas generalizadas en el estadio. Posteriormente la dirección explicaría sus problemas con el servidor encargado de retransmitir en streaming el concierto.

Pero este no fue el único fuego que Alejandro Sanz tuvo que apagar en una noche de San Juan no poco accidentada. Ya al comienzo del concierto algunos de los asistentes criticaban el descontrol en la gestión de los accesos al estadio por parte de la organización, que dejó fuera a cerca de 300 personas por estar duplicadas sus entradas a pesar de haber asientos vacíos en el interior del recinto, según ha contado El Mundo.

El concierto revive las canciones de uno de los discos más populares de su carrera, 'Más', de cuya publicación se cumplen 20 años. / Luca Piergiovanni

"Mi nombre es Alejandro Sanz, nací en Madrid y me crié en medio mundo, no tenía mejor plan para hoy que estar los próximos 20 años cantándoles a ustedes", fueron las primeras palabras del cantante dirigidas al público durante la noche. Y las que marcaron el pistoletazo de salida de la velada: más de dos horas y media de concierto donde se repasaron los éxitos del artista recopilados en 'Más', entre otros trabajos discográficos, y algunas composiciones cedidas a otros compañeros del gremio. En total, 26 canciones que interpretó acompañado de otra veintena de artistas nacionales e internacionales, como David Bisbal, Vanesa Martín, India Martínez, Miguel Bosé, Pablo Alborán, Juanes o Juan Luis Guerra.

Si bien algunos duetos no funcionaron como debieron, para el recuerdo quedará el realizado junto con Niña Pastori, que interpretó una emotiva versión de 'Cuando nadie me ve' acompañada únicamente de las notas de un piano. "Espero que esto no haya quedado sólo en un momento y haya sido algo bonito", afirmaba un visiblemente emocionado Alejandro Sanz tras escuchar cantar a la cantautora flamenca uno de sus temas, 'Caí'.

Antes pasaron por el escenario Pablo López ('Todo aquello que me diste'), Laura Pausini ('La fuerza del corazón'), Antonio Carmona ('Para que tú no llores así'), Juanes ('Quisiera ser'), Malú ('Aprendiz') y Dani Martín ('Hoy que no estás'). El ex de El Canto del Loco fue el primero en salir y quizá por eso, el primero en acusar algunos de los problemas técnicos que ensombrecieron por momentos el clímax del concierto.

"No se ve", gritó el público en varias ocasiones cuando los pantallones instalados en el estadio a ambos lados del escenario dejaron de retransmitir las imágenes en directo de su ídolo. Los pitidos descontentos de las gradas llegaron a sobreponerse incluso a las letras cantadas por Sanz cuando interpretaba junto a Antonio Orozco uno de los temas estrellas del álbum laureado: 'La margarita dijo no'.

A veces menos es más. Y el escenario, diseñado expresamente para la ocasión y que se presentaba como una de las grandes bazas del artista, le jugó por momentos una mala pasada a Sanz, quien agradeció en los últimos latidos del concierto el esfuerzo realizado por los técnicos. Con todo las ganas del público se sobrepusieron a los momentáneos problemas de realización y la parroquia congregada en el estadio entró definitivamente en trance con los primeros carraspeos de la guitarra de Vicente Amigo, que anunciaban la entrada de una de las históricas de la noche: 'Corazón partío'.

A partir de ese momento, la noche fue un continuo in crescendo. Abriéndose la veda de los grandes éxitos del cantante: 'Amiga mía' (junto con India Martínez), 'Deja que te bese' (con Vanesa Martín y espectáculo de pirotecnia incluido), 'Y si fuera ella' (con David Bisbal) o 'Desde Cuando' (con Juan Luis Guerra), fueron algunos de los temas que más corearon los 50.000 allí presentes y entregados por completo al de Moratalaz.

El de ayer tenía todos los ingredientes para ser un concierto para la historia y en eso quedó. Un concierto para el recuerdo de los 50.000 asistentes, que el sábado corearon las letras de veinte años y toda una vida con las que Alejandro seguro seguirá batiendo récords.

 
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