Los sobrecogedores sonidos tras la liberación de José Antonio Ortega Lara

Madrid

El secuestro se convirtió en los años duros de ETA en algo habitual en la banda terrorista, pero el de José Antonio Ortega Lara fue el periodo de cautiverio más largo. Liberado el 1 de julio de 1997 después de 532 días en un zulo de 3 por 2,5 metros, los periódicos hablaban de un "entierro en vida" y de las veces que Ortega Lara había suplicado a sus carceleros que le mataran "de una puta vez". 

La noticia llegó a la redacción de la Cadena SER muy temprano esa mañana de martes a través de un comunicado del Ministerio del Interior que informaba de una operación de la Guardia Civil por la que había sido liberado el funcionario de prisiones.

7:08 minutos: la SER informa de la liberación

La voz de Iñaki Gabilondo, al frente de Hoy por hoy, entraba en las casas de los oyentes a las 7:08 minutos para dar paso a Antonio García Ferreras, que ampliaba la noticia informando que la operación se había llevado a cabo en la zona de Mondragón. Con la voz tocada por la urgencia, Ferreras informaba a los oyentes de la SER de que Ortega Lara estaba siendo trasladado en ambulancia a Intxaurrondo. 

07:18 minutos: la hermana de Ortega Lara se entera de la noticia

Diez minutos después, a las 07:18, Gabilondo entrevistaba a Lucila, hermana de Ortega Lara, que se enteró de la liberación de su hermano por la radio. 

Iñaki Gabilondo: Buenos días Lucila, felicidades.

Lucila Ortega Lara: Gracias... ¿dónde está, dónde está? 

Iñaki Gabilondo: No sabemos nada más que lo que hemos contado, Lucila.

Lucila Ortega Lara: ¿Y en qué se basan?

Iñaki Gabilondo: Nos ha informado el Ministerio del Interior. La Guardia Civil ha liberado a su hermano, Lucila. 

7:40 minutos: entrevista al portavoz de la familia 

La emoción en la voz de Lucila contrastaba con la más calmada de su cuñado, Isaac Díaz, que durante el secuestro ejerció como portavoz de la familia Ortega Lara. Isaac solo tenía palabras de agradecimiento para todos después de confirmar que José Antonio se encontraba bien. 

Poco a poco se iban conociendo más datos de la información, como los que confirmaba en la SER el médico que examinó a José Antonio Ortega Lara tras la liberación. "Le he visto un poco desnutrido, con una pérdida de peso de 23 kilos; él pesaba 73 kilos y tiene 50 kilos. Tiene una atrofia muscular importante por la falta de movilidad pero por lo demás está bien". 

La mujer del liberado, Domi, explicó a la SER que "después de tantos días" de cautiverio sabía que no estaría muy bien, pero se mostraba impresionada y dolida al ver su estado físico. 

Los periodistas de la SER, pendientes desde el primer momento de la noticia de la liberación, también estaba presentes cuando el funcionario de prisiones quiso agradecer a sus vecinos la preocupación durante tantos días de secuestro. Salió al balcón de su casa, una quinta planta en el barrio burgalés de Gamonal. El momento lo recogió Pedro Sedano para el informativo de José Antonio Marcos. Ortega Lara apareció junto a su mujer, Domitila Díaz, y su hijo Daniel, que entonces tenía cinco años.

La SER, desde el zulo

Ortega Lara pasó 532 días en un zulo de 3 metros por 2,5 metros y una altura de 1,80 metros. Las fotografías que esos días se publicaron en la prensa lo mostraban, pero esas imágenes no transmitían la angustia que logró trasladar desde el micrófono de la SER el periodista Carlos Llamas con su conexión en directo desde la habitación del secuestro en Mondragón a las 13:35 horas del 7 de julio de 1997. 

Llamas hablaba desde "el corazón de las tinieblas de ETA" y relataba cómo, durante los días laborables de su cautiverio, el funcionario de prisiones escuchaba el ruido de fondo procedente de una industria que estaba dos pisos más arriba del zulo. El periodista describe sobrecogido la "ratonera" en la que José Antonio pasó 532 días, en la que solo podía dar tres pasos hacia un lado y otros tres hacia otro.