La Administración Trump promete perseguir con dureza las filtraciones a la prensa
El fiscal general abre la puerta a investigar a periodistas bajo el argumento del riesgo a la seguridad nacional
Nueva York
Los primeros seis meses de Donald Trump en la Casa Blanca han estado marcados por una avalancha de filtraciones a los medios de comunicación procedentes de fuentes anónimas de funcionarios del Estado o agentes de los servicios de inteligencia.
La Administración Trump quiere poner fin a estas prácticas con mano dura con un cambio de la legislación que podría afectar de forma directa a los periodistas.
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El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ha asegurado este viernes en rueda de prensa que el Departamento de Justicia está estudiando introducir la posibilidad de investigar y procesar a los profesionales de los medios de comunicación que publiquen información sensible.
La ley actual permite al Gobierno de Estados Unidos indagar y castigar a los autores de las filtraciones, pero en ningún caso a los periodistas que las publican.
Para justificar este cambio, Sessions ha recurrido al argumento de la seguridad nacional y la posibilidad de que la revelación de información clasificada ponga en vidas en riesgo. "Respetamos el importante papel que desempeña la prensa”, pero éste no puede ser “ilimitado”, ha advertido.
"No pueden poner en riesgo vidas con impunidad. Debemos equilibrar el papel de los medios con la protección de la seguridad nacional y de las vidas de quienes sirven a la comunidad de Inteligencia, a las Fuerzas Armadas y de todos los estadounidenses de bien", ha añadido.
Además, el fiscal general ha anunciado que el Gobierno ha triplicado las investigaciones abiertas por la filtración de información clasificada y que, desde enero, ya se han presentado cargos contra cuatro personas.
El fiscal general ha lanzado así un mensaje a los "potenciales filtradores" de información clasificada y ha anunciado que el FBI ha creado una nueva unidad de contrainteligencia para investigar estos casos.
El anuncio de Sessions llega diez días después de que Donald Trump, le tachase de "débil" por no atajar estas revelaciones. "Estoy completamente de acuerdo con el presidente y condeno en los términos más rotundos el asombroso número de filtraciones", ha dicho Sessions, durante una comparecencia pública en la que ha estado acompañado por el director de Inteligencia Nacional, Dan Coats.