Doce años de cárcel por abusar de su hija de un año y compartir pornografía infantil
La Audiencia de Coruña ha condenado a un hombre que compartía y consumía pornografía infantil y que en una ocasión incluso abusó sexualmente de su hija de un año de edad: queda inhabilitado para trabajar con niños durante dos décadas
Madrid
La Audiencia Provincial de Coruña ha condenado a doce años de cárcel a un hombre que durante meses estuvo consumiendo y compartiendo pornografía infantil desde su ordenador, llegando también a abusar sexualmente a su hija, que tenía entonces un año y un mes de edad. La condena, que la defensa estudia recurrir ante el Tribunal Superior de Xustiza, incluye también la pérdida de la patria potestad,una orden de alejamiento y la prohibición de trabajar con niños durante más de veinte años.
La sentencia explica que fue una ONG estadounidense, el National Center for Missing & Exploited Children, quien dio la voz de alarma tras detectar más de veinte fotos enviadas desde su email: este vecino de la zona de Betanzos tenía casi 700 fotos y otros 60 vídeos de contenido pedófilo en su teléfono móvil, algunos de ellos con abusos sexuales practicados por él mismo contra su propia hija, en ese momento tenía un año y un mes de edad, según explica la Justicia. Además, mantenía conversaciones habituales de contenido igualmente pedófilo vía Skype con otras personas no identificadas: "Me gustan las niñas de nueve añitos", decía por ejemplo en una de ellas.
La sentencia también revela que ya había sido detenido anteriormente por posesión de pornografía infantil, y ahora le condena a doce años de cárcel por un delito de abuso sexual y otro de producción y difusión de material pornográfico infantil. Durante el juicio, el condenado admitió poseer este tipo de fotos y vídeos, aunque negó el episodio de abusos a su hija que incluso había quedado grabado por él mismo.
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La condena, que todavía no es firme y que su defensa estudia recurrir ante el TSX de Galicia, incluye también la pérdida de la patria potestad, una orden de alejamiento de 300 metros, catorce años de libertad vigilada, otros veintidós años inhabilitado para trabajar con niños, el registro de su ADN en las bases de datos policiales por el "alto riesgo de reiteración delictiva" que existe. El condenado, que lleva en prisión desde su detención en Coruña hace ahora más de un año, también tendrá que indemnizar a su hija con 40.000 euros.