Saint-Denis vuelve a soñar con las olimpiadas
Los municipios más pobres del entorno de París ven una oportunidad de desarrollo con los Juegos
París
Saint-Denis y otras ciudades de la aglomeración de París se van a convertir en escenario privilegiado de los Juegos Olímpicos de 2024. Sus habitantes, entre los más pobres de Francia, y sus regidores, esperan que sea una oportunidad para el desarrollo y la mejora de nivel de vida.
La ciudad de Saint-Denis, con 110.000 habitantes (y hasta 1,5 millones en su aglomeración o departamento) acoge el estadio de la selección nacional (Stade de France) y la basílica homónima, principal mausoleo de la monarquía francesa ( allí están enterrados 43 reyes y 32 reinas). Pero casi sólo sale en los informativos en relación con el terrorismo y la delincuencia. Porque junto al estadio se hizo estallar uno de los terroristas suicidas del 13 de noviembre de 2015. Y pocos días después la policía asaltó una vivienda en el centro urbano donde se había atrincherado uno de los cabecillas de los mortíferos atentados.
La candidatura ya oficial desde este miércoles de París cuenta con un presupuesto de 6.800 millones de los que 1,5 millones pondrá el Comité Olímpico. Aunque aplaudido por su moderación, será un reto lograr que no se dispare, como ha demostrado la historia. Siguiendo la estrategia de Londres ( donde sólo se duplicó lo presupuestado), el plan reposa en instalaciones la mayoría ya existentes (Stade de France, La Torre Eiffel, el Grand Palais...), otras serán efímeras y otras se reconvertirán.
Uno de los fuertes del proyecto parisino son los transportes. La creación del "gran parís Express" que prevé la construcción de 200 km de metro. A la red existente se unen tres más, se prolongan otras cuatro. El Rossy Express que une los aeropuertos y la futura estación Saint-Denis Pleyel, al norte de la capital, prometen alcanzar cualquier lugar olímpico en menos de 30 minutos.
Seis disciplinas y las ceremonias de apertura y clausura
Saint-Denis acogerá seis disciplinas de competición: atletismo, natación, waterpolo, tiro, bádminton y vóleibol; las ceremonias de apertura y clausura en el Stade de France. Además tendrá la Villa Olímpica (unas 50.000 hectáreas que abarcarán las localidades de Saint-Denis, Saint-Ouen y L'Île-Saint-Denis) para 17.000 atletas, el centro de prensa y la piscina olímpica. Concebido como un proyecto de renovación urbana, se prevé que las residencias de los atletas se reconvierta en "viviendas y el 40% de ellos sean sociales, que respeten la diversidad y que no se podrán vender por encima de un techo, manifiesta Anthony Piqueras, director técnico de Paris 2024.
Los alojamientos de los periodistas se reorientarán en unos 5.000 cuartos para estudiantes y jubilados. Y el centro acuático que se unirá con un puente al estadio "se convertirá la piscina para los escolares", agrega .
Laurent Russier, alcalde comunista de Saint-Denis se preocupa del "impacto que tendrá en nuestro territorio, la herencia que podremos dejar". Asegura que la población dará la mejor de las acogidas a los Juegos, pero se pregunta qué pasará al día siguiente, si se logra empleo para sus habitantes, si se mejoran los transportes públicos y si todo ello no se hace "con fracturas como en el pasado" y pone de ejemplo la autopista horrenda que cruza la ciudad.
Existen sectores en contra
La mayoría de los parisinos se muestra a favor de la celebración de los JJ.OO, pero hay una plataforma de detractores que ponen el dedo en la llaga. Frédéric Viale, miembro del colectivo 'No a los Juegos Olímpicos París 2024' apunta que la reconversión de sitios olímpicos en vivienda sociales está bien, pero se hará a un precio que triplica el de su construcción. La piscina olímpica costará mucho mantenerla "y no creo que lo hagan para que chapoteen nuestros hijos", añade.
David Belliard, consejero municipal de la Villa de París (Verdes), único concejal que se opuso junto a Danielle Simonnet (de la Francia Insumisa) a la candidatura, recuerdan que todos los JJ.OO, sin excepción, han tenido una explosión de gastos. Nadie quiere cifrar cuánto costará la seguridad. Dos meses antes de la Eurocopa de Francia el presupuesto de policías, gendarmes y guardas privados se disparó a 24 millones, el doble de lo previsto.
Quienes no pierden la esperanza son los habitantes de Saint-Denis. Con 135 nacionalidades y tasas de paro que doblan la nacional, el 55% de la población tiene ingresos por debajo del índice de pobreza.
"Algo tiene que quedar esta vez para nosotros", dice Nadja, camarera con dos hijos, que recuerda que les vendieron la ilusión de la Eurocopa en 2016 y que no vieron ningún beneficio. En efecto, en ese caso fue la UEFA la que puso verjas en torno al estadio –por la seguridad se justificó- y dejó fuera del negocio a los bares y restaurantes locales, colocando dentro del estadio quioscos patrocinados que se llevaron todos los beneficios.