Ciudadanos digiere el enésimo desplante de sus socios del PP

Madrid

Ciudadanos asume con resignación el último desplante de su socio de investidura, que esta vez ha enterrado la posibilidad de que Inés Arrimadas pueda impulsar una moción de censura contra el president de la Generalitat, Carles Puigdemont. El propio Albert Rivera confiaba en que el PP le cediera la firma de dos de sus diputados para poder registrar la iniciativa y forzar un debate en el Parlament antes del 1 de octubre. Este lunes Xavier García Albiol comunicaba a la líder de la oposición en Cataluña que no le dará su respaldo. Los populares no creen que sea conveniente presentar una moción de censura para perderla ya que Junts pel Sí y la CUP tienen mayoría.

 En la dirección de Ciudadanos sorprende que el PP no les conceda este apoyo tratándose de una cuestión relacionada con Cataluña. Recuerdan que Albert Rivera fue el primero en ponerse del lado de Mariano Rajoy cuando los independentistas lanzaron su órdago. Insisten en que el presidente del partido le ha mostrado su apoyo "sin fisuras" de forma reiterada. El grupo en el Congreso ha llegado a impulsar una iniciativa, que se debatirá este martes, para que las Cortes expresen su respaldo al gabinete de Mariano Rajoy en las actuaciones que emprenda para frenar el referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional.

Aunque la cesión más importante que Ciudadanos ha hecho al PP ha sido la de los 32 votos para hacer presidente a Mariano Rajoy, desde el grupo del Parlament también recuerdan que su partido ha colaborado con los conservadores para hacer oposición a los independentistas. Por ejemplo, Cs, PSC y PP han sumado sus escaños para pedir dictámenes al Consell de Garanties Estatutàries sobre los presupuestos de 2017 o sobre la Ley de Referéndum y la de Fundacional de la República y de Transitoriedad. Los tres grupos también acudieron juntos a pedir amparo ante el TC por la reforma del reglamento de la cámara autonómica.

La actitud desairada con Ciudadanos no se limita al partido ni a los dirigentes más polémicos. El propio Mariano Rajoy desdeñaba la semana pasada la propuesta de reforma de la Constitución que se comprometió a abordar en el pacto de investidura y que Albert Rivera le pidió recuperar en la última sesión de control al Gobierno. El presidente llegó a restar importancia a su propuesta frente a la comisión territorial planteada por el PSOE. "Cuando uno no sabe a dónde ir y no lo tienes claro, pues quédate donde estás que acabas no teniendo ningún problema", le respondió el jefe del Ejecutivo recordando "que aunque la Carta Magna no es un texto inmutable", no conviene hacer grandes cambios.

La Ejecutiva ha constatado con este último ejemplo que el respaldo que Ciudadanos da al Gobierno no es correspondido. En la dirección la palabra más repetida es "deslealtad" aunque en el partido no se plantea tomar ninguna represalia. "Es una torpeza por su parte, pero que ellos sean torpes no nos va a hacer ser torpes a nosotros", dicen desde el entorno de Rivera donde explican que si están convencidos de que lo conveniente es apoyar al Gobierno "no van a dejar de hacerlo" por su comportamiento ante la moción. Desde la dirección de grupo en el Congreso acusan a los conservadores de tener "una nula visión estratégica".